En una intensa jornada que comenzó en los Tribunales Federales con la lectura de condenas a 16 imputados por delitos de lesa humanidad, Rosario se movilizó en su 8° Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil. Familiares de víctimas y diversas organizaciones que luchan contra la violencia institucional, en defensa de los derechos humanos y representantes de asociaciones barriales se unieron en una manifestación que recorrió las calles de la ciudad, partiendo desde los Tribunales Provinciales hasta la sede de Gobierno. Durante la marcha, también se llevó a cabo una intervención en los Tribunales Federales para expresar el repudio a la reciente sentencia relacionada con la desaparición y muerte de Franco Casco en julio pasado.
El foco de la marcha desarrollada este lunes estuvo en denunciar la violencia institucional y el gatillo fácil, prácticas que han dejado un rastro de víctimas en el país. En un documento conjunto elaborado durante la manifestación, las distintas voces expresaron un llamado urgente al Estado para poner fin a estas prácticas y tomar medidas concretas para garantizar los derechos y la seguridad de la población.
En sus declaraciones, las organizaciones y familiares subrayaron que la violencia institucional es una cuestión persistente que afecta a muchas ciudades en Argentina. Resaltaron que las acciones de detenciones arbitrarias, hostigamientos, abusos y represiones son sistemáticas y se perpetúan en el tiempo. Además, señalaron que estas prácticas violatorias de derechos humanos son realizadas por la policía, el servicio penitenciario y las fuerzas de seguridad nacional, en ocasiones respaldadas y permitidas por diferentes gobiernos, lo que conlleva la responsabilidad internacional del Estado.
El documento conjunto recuerda la importancia de construir memoria, verdad, justicia y castigo a los culpables, siguiendo los ejemplos de lucha de las Abuelas, Madres e HIJXS. Hacen mención especial a casos emblemáticos como el de Franco Casco, cuyo juicio evidenció falencias en la justicia al absolver a responsables de su desaparición forzada seguida de muerte e imposición de torturas. Los manifestantes expresaron su determinación de apelar y continuar luchando por la justicia.