El Dakar 2015 entró en la semana final y mientras desandan los caminos de Bolivia y Chile, Rosario se prepara para recibir a la caravana de vehículos cuya etapa final tendrá epicentro en la ciudad entre el viernes 16 y sábado 17.
Para ello más de 70 empleados de la Dirección General de Tránsito estarán abocados al operativo previo. A tal efecto desde ayer se implementaron diversas tareas en las adyacencias de dicho lugar. En principio, se realizará el pórtico de ingreso de los vehículos en la intersección de bulevar Oroño y Dante Alighieri, por lo que puede haber cortes de tránsito transitorios en Dante Alighieri. Se prevé que alrededor de las 17 del viernes comiencen a llegar los primeros vehículos. Los mismos ingresarán por la autopista a Córdoba, continuarán avenida Pellegrini hasta Oroño y allí girarán hasta llegar al pórtico. Se estima que habrá ingreso de participantes hasta las 23.
Por el momento no están previstos cortes de tránsito en horarios específicos, pero en los momentos de mayor afluencia de vehículos (el viernes por la tarde) se restringirá el tránsito por bulevar Oroño, entre Pellegrini y Dante Alighieri, esto es de norte a sur.
Vale remarcar que los vehículos del Dakar deben circular por la ciudad respetando las velocidades máximas, los semáforos y todas las medidas de tránsito.
En tanto, en el Hipódromo, lugar donde se ubicará el parque cerrado, se montará un operativo especial con agentes municipales, policía provincial y fuerzas federales para el normal desenvolvimiento de la actividad.
Sigue la competencia
El chileno Pablo Quintanilla (KTM) se impuso ayer en la octava etapa del Dakar en motos, entre Uyuni (Bolivia) e Iquique (Chile), en una jornada en la que el español Joan Barreda Bort (Honda), que lideraba la carrera, dijo virtualmente adiós a sus esperanzas de victoria. Hoy la carrera se trasladará de Iquique a Calama.
Destruida
Será una de las imágenes del Dakar. Al menos para los corredores argentinos. El Pato Juan Manuel Silva contempla con resignación su irreconocible camioneta tras los ocho tumbos que sufrió en la séptima etapa. Por suerte, el chaqueño salió ileso, mientras que su compañero Juan Pablo Sisterna se quebró un pie. Un gran susto con mucha suerte y a pensar en 2016.