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Rossi: «No vamos a involucrar a las FF.AA. en cuestiones de seguridad interior»

El ministro de Defensa Agustín Rossi indicó que el gobierno nacional no piensa utilizar a las Fuerzas Armadas para intervenir en seguridad interna. Dijo que la participación de militares en la lucha contra el narcotráfico en otros países fue “un fracaso total”

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, ratificó que el gobierno nacional tiene la firme decisión de «no involucrar» a las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad interna y remarcó que la experiencia regional demuestra que la participación de los militares en la lucha contra el narcotráfico constituyó «un fracaso total».

«La intervención de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico fracasó en todos los países de la región en los cuales se implementó. Se crean bolsones de corrupción y se incrementan los niveles de violencia en la sociedades», señaló Rossi, en una entrevista que concedió a Télam.

Además, el ex diputado nacional, por segunda vez al frente de la cartera, anticipó que le dará «una fuerte orientación de género» a su tarea y que procurará «volver a activar la industria de la Defensa».

—A casi 60 días de haber asumido en el cargo, ¿se puede afirmar que ya están trazados los lineamientos de la política de Defensa que se pretende implementar?

— Tengo una idea de lo que tenemos que hacer y es una política alejada del criterio fiscalista que se instrumentó en los últimos cuatro años durante el gobierno de Mauricio Macri. Había una concepción de achicar las Fuerzas Armadas, cerrar unidades o hacer que varias fuerzas compartan espacios. Por eso queremos fortalecer Campo de Mayo para el Ejército, Puerto Belgrano para la Armada y la base de Morón para la Fuerza Aérea.

—Habló de reactivar los espacios productivos que dependen de su cartera. ¿Esto se relaciona con la vocación de reequipar a las Fuerzas Armadas?

—Queremos volver a activar la industria de la Defensa, porque le dará un impulso muy importante a la producción, al trabajo y a la investigación. Los gobierno neoliberales cerraron muchas fábricas y espacios productivos, pero todavía contamos con un estructura capaz de desarrollar una industria. Tenemos la fábrica de aviones de Fadea, Fabricaciones Militares y los astilleros de Tandanor. Aspiramos a lograr una reactivación en ese sentido. Por otro lado, somos conscientes de que necesitamos reequipar a las Fuerzas Armadas y apuntalar el salario del personal militar. Es necesario que los salarios en negro pasen a blancos para terminar con los juicios que hace el personal. Para ello necesitamos que se apruebe la ley del Fondef, que cuenta con media sanción en la Cámara de Diputados y que le permitirá tener fondos suficientes para encarar una modernización.

—¿El contexto regional complica el desarrollo de una política de defensa?

—El escenario que había en 2013, cuando asumí por primera vez no existe más. Unasur tenía un Consejo de Defensa y nos reuníamos ministros de todos los países, con independencia de la orientación que tenían nuestros gobiernos. Eso está desactivado. Por eso hay que volver a tener buenas relaciones con nuestros vecinos e incrementar los lazos con los ministerios de Defensa de todos los países de América del Sur.

—¿Seguirán los ejercicios militares con Estados Unidos?

—Vamos a hacer ejercicios con Estados Unidos y con el resto de los países de la región. Pero no nos vamos a involucrar en ejercicios que desvirtúen el rol de la defensa y hagan hincapié en el terrorismo. Eso es seguridad interior.

—¿La participación de los militares en ese tema está descartada?

—La vinculación de los militares en la lucha contra el narcotráfico fue un fracaso a nivel regional. México hizo punta en ese aspecto y en 2014, cuando visité ese país, vi cómo se empezaba a crear una suerte de Gendarmería para que se ocupara de combatir al narco para que el Ejército volviera a sus funciones específicas. No vamos a dejar abierta ninguna posibilidad legal para que las Fuerzas Armadas sean involucradas en cuestiones de seguridad interior.

—Por decreto, el presidente Mauricio Macri le otorgó a los jefe de las fuerzas facultades para realizar algunas designaciones que hasta entonces eran potestad del poder político, pero el gobierno dio marcha atrás con esa decisión. ¿Por qué?

— Tenemos que volver al decreto del presidente Raúl Alfonsín que en 1984 estableció la conducción política de las Fuerzas Armadas. El presidente es el comandante en jefe y define la política de defensa. Los militares tienen para sí el reclutamiento, la instrucción y el despliegue operativo.

—¿Sigue firme en la decisión de aplicar la ley Micaela en el Ministerio y en las Fuerzas Armadas?

—Sí, la vamos a aplicar en el Ministerio y en las Fuerzas Armadas. Queremos darle a esta gestión una fuerte orientación de género. De los siete cargos ejecutivos que tenemos en esta cartera, cuatro son desempeñados por mujeres. En América Latina, Argentina está a la vanguardia en materia de incorporación de mujeres a las Fuerzas Armadas.

—¿El legado de la última dictadura militar en las Fuerzas Armadas está superado?

—Sí. En los primeros años de la democracia, la relación entre el poder político y las FF.AA. estaba marcada por lo que había sucedido con el terrorismo de Estado. Eso se superó y es muy bueno porque nos permite enfocarnos en el desarrollo de una política de Defensa que haga a la autoestima del pueblo.

 

Volver a contar con submarinos

Rossi consideró que Argentina debe volver a contar con submarinos tras el hundimiento del ARA San Juan y adelantó que se analiza la incorporación de una nave en el exterior y la reparación del sumergible ARA Santa Cruz, que se encuentra en Tandanor. Además, ratificó la intención del gobierno de promover el ascenso postmortem de la tripulación del ARA San Juan y de colaborar con los familiares de las víctimas, a quienes recibirá el lunes y el martes, en dos tandas, de la próxima semana.

—¿Volverá Argentina a contar con submarinos tras la pérdida del ARA San Juan?

—Es necesario que Argentina los tenga y para ello no puede perder la capacidad de funcionamiento en ese sentido. ¿Cómo funciona hoy la Armada en ese tema? Por ahora, tenemos un gran simulador que es el submarino Salta, que no navega; es muy difícil que lo vuelva a hacer, y lo utilizamos para realizar prácticas. Con un convenio con la Armada de Perú, podemos hacer que nuestros submarinistas tengan la práctica de la inmersión. Se analizó la posibilidad de incorporar submarinos brasileños, pero no se pudo concretar. Luego surgió una posibilidad de unas naves de Noruega que se dejarían de usar y hay que analizar. Mientras tanto, trataremos de reparar al submarino ARA Santa Cruz. Esas son las opciones que manejamos.

—¿Cómo sigue la investigación por el hundimiento del ARA San Juan?

—En principio tuvimos el trabajo de la comisión bicameral, que hizo una buena tarea. Luego la causa judicial, que sigue la jueza federal (Caleta Olivia) Marta Yáñez (esta semana dictó el procesamiento de seis oficiales de la Armada) y la instrucción militar. Pedí en este último caso que se aceleren las indagaciones para que queden en paralelo con las resoluciones de la Justicia.

—¿Y con respecto a los familiares?

—Le di instrucciones a la jefa de Gabinete del Ministerio, Ana Clara Alberdi, que se mantenga en contacto con los familiares para escuchar sus demandas y atender sus inquietudes. Pensamos hacer un memorial en homenaje a las víctimas y en la medida que la Justicia declare como fallecidos a los tripulantes tramitaremos sus ascensos post-mortem. En septiembre u octubre, queremos llevar a los familiares al punto donde se halló el submarino para realizar un homenaje. Nunca nos vamos a olvidar de la tripulación del ARA San Juan. Hasta pensamos reunir testimonios y audios de todos ellos en una página web en la que se informarán sobre los actos conmemorativos.

 

Aviones Pampa con material artillado

El ministro de Defensa afirmó que potenciar el desarrollo del avión Pampa y dotarlo de material artillado es «uno de los proyectos más importantes» que tiene la Fuerza Aérea en la actualidad, mientras se analizan «alternativas» para la adquisición de cazas supersónicos.

«Tras el retiro de los Mirage, pensamos en remotorizar los A-4 (Skyhawk), pero el proyecto más importante que en la actualidad tiene la Fuerza Aérea es el desarrollo de los aviones Pampa, que si bien es una nave de adiestramiento avanzado, se puede artillar y utilizarse en misiones específicas», señaló Rossi a lo largo de una entrevista con Télam.

El IA 63 Pampa es un avión a reacción de adiestramiento que se produce en la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) que se encuentra en Córdoba.

«Aunque no es supersónico, puede utilizarse para varias operaciones. Mientras tanto, seguiremos buscando alternativas», indicó Rossi.

Durante la gestión de Mauricio Macri, Argentina sumó a la dotación de la Aviación Naval cinco aviones Súper Etendard, que fueron adquiridos en Francia.

Luego, se intentó adquirir cazas de combate supersónicos en Corea del Sur, y durante la primera gestión de Rossi hubo un interés por sumar los aviones Kfir, de Israel, pero ninguna de esas operaciones prosperó.

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