La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, anunció por primera vez que el ex mandatario Luiz Inácio “Lula” da Silva “será candidato a la presidencia en la próxima disputa electoral”, y también se conoció que prepara, junto con el Partido de los Trabajadores (PT), una “carta al pueblo brasileño” en un intento de recuperar la ofensiva contra el juicio político que se le sigue.
En una entrevista con la revista francesa L’Express afirmó: “Yo puedo decir que él (Lula) va a disputar la próxima elección”, pero no precisó si eso ocurrirá en 2018 o antes, tal vez porque las circunstancias son desconocidas hasta para Rousseff.
“Esta es, ciertamente, la razón principal de este golpe de Estado: impedir a Lula disputar la elección presidencial; hoy, en las encuestas –a pesar de todas las tentativas de destruir su imagen– Lula continúa siendo la persona más querida, y puedo decirle que él va a disputar la próxima elección”, dijo Rousseff a la revista.
Al hablar sobre el proceso de juicio político, Rousseff apuntó que fue una “profunda injusticia”.
La presidenta destacó sobre la operación Lava Jato que uno de los delatores reveló que el esquema ocurrió desde 1972 y que “es muy difícil de controlar”.
Además, la agencia Brasil 247 publicó un anticipo de la “carta al pueblo brasileño”, a la que tuvo acceso la revista económica Valor, iniciativa que reedita la que lanzó Lula en las elecciones de 2002.
En el documento, Rousseff afirma que intentó reconciliar al país después de vencer en la más ajustada disputa presidencial (2014) desde la recuperación de la democracia, cuando asumió el programa de gobierno de la oposición y nombró al economista ortodoxo Joaquim Levy como ministro de Hacienda.
Sostiene que fue saboteada por “la derecha” y por las “decisiones-bomba” del Congreso, por lo que promete, si fracasa el juicio político en su contra y regresa al cargo, que retomará el programa que presentó en la campaña electoral, cuyo abandono fue calificado de “fraude” por sus seguidores y simpatizantes.
La idea de condicionar la vuelta de Rousseff a la realización de un plebiscito estaría descartada.