Jorge Broun (4,5): No tuvo atajadas clave. Nada que hacer en los primeros dos goles, ni en el cuarto. Tal vez podría haber intuido dónde iba a caer el centro que generó el tercero.
Damián Martínez (6): Correcta tarea. Ganó más de lo que perdió con el argentino Cuello. Pasó bastante al ataque y se acreditó la asistencia a Ruben en el primer gol.
Facundo Almada (2): Noche para el olvido. Lo anticiparon de cabeza en el primer gol, cometió el penal que generó el segundo y peinó hacia atrás la pelota que gestó el cuarto.
Gastón Ávila (4): Sin presencia en defensa. Le costó resolver cada vez que cayó una pelota en el área propia, ya sea por arriba o por abajo. Al menos, aportó en ataque.
Lautaro Blanco (4,5): Era para aplazo pero mejoró en la segunda parte, en la que dio dos pases gol. Artur fue una pesadilla sobre su sector.
Diego Zabala (6): Mucho despliegue, bien en la recuperación. Tal vez se le pueda reprochar la falta de certeza en la terminación de algunas acciones.
Emmanuel Ojeda (4,5): Muy solo para recuperar. En su sector, Bragantino encontró espacios para generar juego. En el segundo tiempo levantó, pero no alcanzó.
Emiliano Vecchio (4,5): Lejos del jugador determinante que marca caminos y genera situaciones de gol. Algo impreciso, falló pases que generalmente acierta. Varias veces comenzó las jugadas demasiado retrasado en el terreno.
Luciano Ferreyra (4,5): Aportó muy poco. Apenas un remate cruzado en la segunda parte, que encontró bien ubicado al arquero rival.
Marco Ruben (8): Notable, con sus dos goles en un juego de cuartos de final. En el primer anticipo ofensivo anotó su esperado gol en Sudamericana y metió, momentáneamente, en partido al equipo. Lo mismo hizo en el complemento, cuando achicó diferencia con una chilena espectacular.
Milton Caraglio (5,5): Cumplió. Convirtió un gol que parecía clave, el del 3-3 parcial. Antes y después, le tocó hacer el trabajo sucio.
Martínez Dupuy: Tuvo una chance con un remate que se fue desviado.
Lo Celso: Poca participación.