La mesa de enlace de entidades agropecuarias realizará la semana próxima un paro patronal por cuatro días, de lunes a jueves, para protestar contra la suba de retenciones a las exportaciones de soja, que pasaron del 30 al 33% sólo para productores de más de 1.000 toneladas, con baja en los porcentajes para quienes producen por debajo de esa línea, en especial para las economías regionales. La suba dispuesta por el gobierno es sólo para los grandes productores (en la provincia de Buenos Aires un 7% concentra el 37% de las de las tierras y el 74% de lo que se cosecha), quienes motorizaron la protesta con el aval final del resto de las entidades.
Tras varias deliberaciones, y en medio de una fuerte presión de algunas de las organizaciones que la integran, como CRA, los referentes de la mesa de enlace resolvieron avanzar con una protesta que paralizará la actividad durante la próxima semana. Se trata de un cese de comercialización de granos y de hacienda para faena.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), impulsada en especial por sus bases enroladas en Carbap, apuró la decisión de la Mesa de Enlace al amenazar en un comunicado con salir por su cuenta a las rutas. CRA había advertido más temprano que «si las medidas tomadas son empujadas por un espíritu recaudatorio tengan en cuenta que es ‘un juego de suma cero’ en el corto plazo. Si son empujadas por un espíritu ideológico, entonces… Nos veremos en las rutas».
Los principales referentes de la mesa de enlace integrada por CRA, Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria y Coninagro al cierre de esta edición seguían definiendo la modalidad de la medida de fuerza y si habrá tractorazos en las rutas, una decisión que podría revivir el largo conflicto del 2008 cuando Cristina Kirchner, como jefa de Estado, buscó imponer las retenciones móviles.
En tanto, fuentes cercanas al gobierno hicieron conocer su malestar por la decisión “del campo” y anunciaron que daban por finalizadas las relaciones con la mesa de enlace con la que consideraban que estaban en negociaciones.
Por otra parte, los autoconvocados –varios grupos de productores en distintas regiones de Argentina– tienen planeado realizar una asamblea nacional de magnitud el próximo martes 11 de marzo en Expoagro, la muestra que se realiza a la vera de la ruta 9 en inmediaciones de San Nicolás. Los autoconvocados del norte bonaerense informaron que «una vez más, el gobierno acude a mentiras para confundir a la sociedad».
«Mienten cuando dicen que le van a devolver retenciones al mediano productor de 500 a 1.000 toneladas porque en esa franja, si le devuelven, quedan entre 28% y 30%, suma que ya lo habían llevado en diciembre. Mienten cuando dicen que le van a devolver 12 puntos al pequeño productor, porque ya lo hemos vivido en la etapa anterior donde la mitad de los productores no vieron un peso», alertaron.
Por su parte, integrantes de la Mesa Regional del NEA y NOA se sumarán a las medidas de fuerza porque aseguraron que no permitirán que «sigan desapareciendo productores del campo a costa de mantener una estructura burocrática ineficiente y parasitaria que no ha mostrado ante la crisis ni el más mínimo gesto de austeridad».
Comunicado disparador
El comunicado de Carbap (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa), una entidad que agrupa a las SRA de pueblos y ciudades de la provincia de Buenos Aires, fue el disparador de la medida de fuerza.
Con frases como “no tiene retorno”. “seguimos perdiendo oportunidades” y “se busca un campo enojado, entendimos el mensaje”, los latifundistas bonaerenses le dieron un tono dramático a la medida del gobierno: “Una vez más se vuelve a poner en juego la confianza del productor agropecuario argentino al gobierno de turno. Y eso no tiene retorno”.
“Seguimos perdiendo oportunidades. El mundo progresa y acá continuamos dando vueltas en redondo como el perro que se muerde la cola”, dijeron y reprocharon: “Nuevamente se busca al campo para financiar a optimistas funcionarios desacoplados de la realidad en que vivimos”.
La mayoría de estos “productores” en realidad alquilan sus tierras y su gran preocupación es que no baje el precio del alquiler del campo con el que viven cómodamente de rentas. Y las retenciones no sólo tienen el efecto recaudatorio y de baja en el precio de los alimentos, sino que, además, disminuyen el precio del alquiler de esas grandes extensiones de tierra. Por eso la medida anunciada este jueves.
En el colmo de la hipocresía, dijeron: “El sector no soporta un solo impuesto más. Si el objetivo es preservar el equilibrio de las cuentas del Estado, se debería probar con propuestas más superadoras, como bajar el gasto del Estado”.
“La solidaridad debe ser de todos los argentinos por igual. Es hora que los distintos actores económicos de nuestro país y los políticos en particular, también sean solidarios y aporten algo en bien de todos”, advirtieron, para finalizar: “Desde Carbap esperábamos nuevas señales, y no las tuvimos. Más de lo mismo. Mal comienzo. Mismas recetas no promoverán distintos resultados. Sin duda, se busca un campo enojado. Entendimos el mensaje”.