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Rusia acusa a Ucrania de atacar con un dron el cuartel general de su flota en el mar Negro

El ataque a la flota rusa obligó a cancelar en la ciudad los festejos de la fiesta anual de la armada rusa, pero se mantuvieron en San Petersburgo, en el oeste de Rusia, donde se celebró un desfile militar, en presencia del presidente Vladimir Putin

Rusia acusó este domingo a Ucrania de atacar con un dron el cuartel general de su flota en el mar Negro, situado en la anexada península de Crimea, y las autoridades de Mikolaiv, en el sur ucraniano, afirmaron que la ciudad sufrió su peor bombardeo en más de cinco meses de conflicto.

«Esta mañana, los nacionalistas ucranianos decidieron estropear el Día de la Flota Rusa», escribió en Telegram Mijail Razvozhaev, gobernador de Sebastopol, la ciudad más grande de Crimea y donde se encuentra uno de los puertos más importante del Mar Negro.

Según las autoridades prorrusas de la península de Crimea, que Moscú anexionó en 2014, un dron aterrizó en el patio de la sede de la flota y la explosión hirió a seis miembros del personal, pero Kiev niega esa acción, informó la agencia de noticias AFP.

En paralelo, desde el Vaticano, el papa Francisco afirmó que «lo único razonable» en la guerra en Ucrania sería «detenerse y negociar», en consideración del daño que cada día de la invasión de Rusia supone para la población ucraniana y también para el mundo entero, durante el rezo mariano del Ángelus, según la agencia Europa Press.

El ataque a la flota rusa obligó a cancelar en la ciudad los festejos de la fiesta anual de la armada rusa, pero se mantuvieron en San Petersburgo, en el oeste de Rusia, donde se celebró un desfile militar, en presencia del presidente Vladimir Putin.

Allí, Putin aseguró que la flota rusa recibirá un nuevo misil hipersónico en «los próximos meses» y firmó una nueva doctrina naval para reforzar las posiciones rusas en el Ártico.

Es la primera vez que las autoridades rusas informan de un ataque de este tipo desde el inicio de su invasión en Ucrania el 24 de febrero último.

Un vocero del gobierno regional de Odesa negó que Ucrania estuviera detrás del ataque y calificó la acusación rusa de «provocación deliberada».

«La liberación de la Crimea ucraniana ocupada se hará de otra manera, mucho más eficaz», dijo Sergei Brachuk en un video en Telegram.

Entretanto, las autoridades de Mikolaiv, casi en la desembocadura del río Meridional en el mar Negro, denunciaron el domingo bombardeos rusos generalizados durante la madrugada, que dejaron al menos dos civiles muertos.

Según las autoridades ucranianas las víctimas son Oleksiy Vadaturskyi, dueño de la principal empresa ucraniana de logística de cereales, y su esposa, Raissa Vadaturska. Ambos se encontraban en su casa en el momento de los bombardeos, aseguraron las mismas fuentes.

«Mikolaiv sufrió un bombardeo masivo hoy. Probablemente el más fuerte hasta ahora», escribió en Telegram el alcalde de la ciudad, Oleksandr Senkevych.

«Se escucharon potentes explosiones después de la una de la madrugada y alrededor de las cinco de la mañana», añadió.

Mikolaiv es el mayor núcleo urbano controlado por Ucrania cerca de las líneas del frente en la región de Jerson, donde el Ejército ucraniano lanzó una contraofensiva para recuperar el control del territorio costero de importancia económica y estratégica.

Más de la mitad de la población de esta ciudad, de 500.000 habitantes, ya emigró desde el inicio de la guerra.

Rusia también golpeó las regiones de Jarkov y Sumy, en el noreste del país, cerca de la línea de frente.

«Hoy hubo una sucesión de explosiones al parecer, algunos edificios resultaron dañados», declaró Igor Terejov, alcalde de Jarkov, la segunda ciudad ucraniana.

Según el jefe regional de Sumy, Dmytro Zhyvytsky, unos 50 bombardeos dejaron una persona muerta y dos heridos el sábado por la noche.

En tanto, en Donetsk, una de las dos provincias del Donbass donde Moscú centra el grueso de sus ataques en el este, tres civiles murieron y ocho resultaron heridos en bombardeos el sábado, según el gobernador de la región.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) seguía sin recibir este domingo la aprobación oficial para acceder a la prisión de Elenovka, en la provinicia de Donetsk, donde decenas de prisioneros de guerra ucranianos murieron en un bombardeo en circunstancias aún por dilucidar.

«Hasta ahora, no hemos recibido confirmación oficial que nos dé acceso para visitar el lugar o a los prisioneros de guerra que fueron víctimas del ataque, y hasta la fecha nuestra oferta de asistencia material no ha sido aceptada», subrayó el CICR en un comunicado.

Anoche, el Ministerio de Defensa ruso informó que había cursado una invitación al CICR y a la ONU para acudir al sitio.

El CICR pidió acceso al sitio y «a todos los lugares a donde fueron llevados los heridos y muertos» lo más rápido posible desde el momento que se produjo el bombardeo, cuya responsabilidad rechaza cada una de las partes implicadas en el conflicto.

El ejército ruso había informado de 50 muertos y 73 heridos, mientras que las autoridades separatistas prorrusas en la región de Donetsk aseguraron, por su parte, hasta 53 muertos.

Esta mañana, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había pedido a la población evacuar la región de Donetsk y advirtido que aún había miles de personas en la zona.

«Evacuen, les ayudaremos», dijo el mandatario. «En esta fase de la guerra, el terror es el principal arma de Rusia», agregó.

Un aviso de evacuación obligatoria publicado el sábado por la noche decía que el invierno que se avecinaba lo hacía urgente, sobre todo para los más de 50.000 niños que aún permanecen en la región.

«Hay que evacuarlos, no se les puede poner en peligro de muerte en invierno sin calefacción, sin luz, sin poder mantenerlos calientes», dijo el ministerio ucraniano de Reintegración de los Territorios Temporalmente Ocupados en un comunicado.