Rusia informó este sábado que bombardeó una fábrica de vehículos blindados en las inmediaciones de Kiev, un día después de haber destruido otra planta militar en la zona y de haber alertado que iba a intensificar la ofensiva contra la capital en respuesta a «ataques en territorio ruso».
El portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, indicó que «las tropas de misiles y artillería destruyeron 811 instalaciones» en el último día, según declaraciones citadas por la agencia de noticias Sputnik.
Entre esos ataques se encuentran las instalaciones de una planta de vehículos blindados en Kiev y de un taller de reparación del equipo militar en la ciudad de Mikolaiv, precisó.
La información fue confirmada en el terreno por la agencia de noticias AFP que dio cuenta de que un importante número de militares y policías acudió para impedir el acceso al complejo industrial, de donde brotaba una humareda.
El alcalde de la capital, Vitali Klitschko, también informó que hubo ataques, pero en un posteo en Facebook aclaró que no tenía informaciones sobre posibles víctimas.
«Por la mañana, Kiev ha sido bombardeada. Ha habido explosiones en el distrito Darnytsky, en la periferia de la ciudad. Los rescatistas y los médicos trabajan en este momento en el lugar», dijo.
Klitschko pidió una vez más a los habitantes que se fueron de Kiev que no regresen todavía y permanezcan en un «lugar seguro».
El viernes, un misil ruso tuvo como blanco otra fábrica en la región cercana a la capital que fabricaba misiles Neptuno, usados por el ejército ucraniano para hundir el «Moskva», buque insignia de la flota rusa, según fuentes de Kiev.
Los ataques rusos contra la capital se redujeron desde finales de marzo, cuando Moscú retiró sus tropas del área y anunció que concentraba su ofensiva en la región del Donbass, en el este de Ucrania y donde se encuentran las zonas con un mayor apoyo separatista.
El Kremlin alertó ayer que iba intensificar su ofensiva contra la capital «en respuesta a todos los ataques de tipo terrorista y a los sabotajes perpetrados en territorio ruso», según palabras del portavoz Konashenkov.
El jueves, los gobernadores de dos regiones rusas, fronterizas con Ucrania, acusaron al gobierno de su país vecino de bombardear dos pueblos en territorio ruso, Klimovo y Spodariushino.
Pero Ucrania atribuyó la denuncia a una maniobra de poner en marcha «ataques terroristas» en la región fronteriza para alimentar la «histeria antiucraniana».