Es un título. Y no uno más del montón. Sin duda no es aquel que todos sueñan con conquistar, pero eso no impide sentirse orgulloso. Central tenía que despedirse de la B Nacional de esa manera: mirando a todos desde arriba en la tabla de posiciones y coronándose campeón.
Imposible imaginar un regreso a Primera División más ideal que el protagonizado ayer. Así lo habían soñado durante meses y meses todos los jugadores, la gran mayoría de los verdaderos hinchas canallas y sobre todo Miguel Ángel Russo, el comandante de este equipo que con muchísimo sacrificio, actitud y una buena dosis de coraje, se ganó el derecho de volver a jugar en la máxima división del fútbol argentino.
“Este grupo se lo merece. Terminamos como teníamos que terminar. Logramos todos los objetivos que teníamos”, fueron las primeras palabras del DT ni bien el árbitro Diego Ceballos pitó el final del encuentro en Arroyito, que Central ganó por la mínima diferencia ante Deportivo Merlo, sentenciado la suerte del elenco bonaerense en la divisional.
“La verdad es que me pone muy contento por el grupo que se formó y especialmente por la gente. Hay muchos chicos que soñaban con esto. Esto es Central, toda esta fiesta y esta gente”, expresó Russo mientras el Gigante vibraba con el aliento de 40 mil canallas enloquecidos ante el regreso a primera concretado.
Por último, el entrenador aprovechó la ocasión para enviarle un claro mensaje a la comisión directiva sobre lo que espera a futuro: “No podemos arrancar la temporada con otra idea que no sea la de pelear arriba. Ahora entre todos tenemos que demostrar lo grande que es Central: trayendo jugadores de la jerarquía que se necesita para poder ser protagonistas en nuestra vuelta a primera”.
