A Martín Sabbatella le tocó ser el impulsor de una de las misiones más sensibles para el gobierno: la implementación de la ley de Medios y la difícil pelea judicial que intenta ajustar a la norma al Grupo Clarín. Desde octubre del año pasado, cuando decidió pedir licencia en su banca de diputado nacional por su partido Nuevo Encuentro, preside la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), donde le tocó pasar por el agitado 7D.
Su proceso de adhesión al gobierno nacional se produjo de manera gradual, desde una oposición moderada al principio, pasando por un apoyo crítico luego, hasta el “enamoramiento” actual, que él mismo explica: “El kirchnerismo fue una sorpresa para muchos, quizás no para una parte, que lo conocía desde antes, que conocía su historia con mayor profundidad, conocía los sueños de Néstor y Cristina. Pero para quienes no los conocíamos fue una sorpresa que fue creciendo permanentemente”.
“A la par de que el kirchnerismo le iba mostrando al país lo que iba a hacer nos íbamos enamorando cada vez más. Y creo que eso les pasó a muchos en la Argentina, desde distintas culturas políticas, porque el kirchnerismo expresa hoy los sueños de muchos durante muchísimos años”, sostuvo Sabbatella, en diálogo con El Ciudadano.
—¿Cómo fue ese proceso?
—A medida que fuimos conociendo los motivos que lo movilizaban, los rasgos de identidad fundante, fuimos comprometiéndonos cada vez más. Eso que le pasó al pueblo en su conjunto también les pasó a muchas de las organizaciones políticas del país, entre ellas la nuestra. Nuevo Encuentro es una de las fuerzas políticas de la Argentina, es una de las fuerzas del movimiento kirchnerista que lidera la presidenta de la Nación y por supuesto tiene un compromiso sin límite con el proyecto de profundas transformaciones que vive la Argentina.
“Una ley que se aplica”
—¿Clarín logró frenar el cumplimiento de la ley de Medios?
—La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es una ley que viene a transformar la comunicación en la Argentina y es una ley que se está aplicando a pesar del Grupo Clarín, y muchos de sus objetivos están en marcha. Hay nuevas emisoras radiales, nuevos canales, nuevas productoras de contenido, nuevas señales en el conjunto del país.
—¿Después del pico de tensión que significó el 7D, y la posterior suspensión de la decisión final, qué se puede esperar hacia adelante?
—La ley lo que dice es que hay que enfrentar las tendencias monopólicas y la concentración mediática porque lesionan la libertad de expresión y por eso le pone un límite a la tenencia de medios.
En ese sentido, todas las empresas de la Argentina menos el Grupo Clarín han presentado su plan de adecuación. El único que no la hecho es el Grupo Clarín, y eso está judicializado y hoy lo tiene para resolver la Corte. Pero es bueno decir que la ley en lo que hace al fomento de nuevas herramientas está en marcha y hay muchísimo hecho que ha resultado muy positivo. Y es el Grupo Clarín el que sigue desafiando la ley e intentando generar los mecanismos para no cumplirla.
“La Corte va a resolver rápido”
—¿Qué expectativa tiene el gobierno en relación con el posible fallo de la Corte?
—Nosotros no tenemos dudas de que la ley es constitucional y que más tarde o más temprano se va a resolver y se va a aplicar integralmente y el Grupo Clarín va a tener que entender que la ley es pareja para todos y que nadie tiene coronita. Creemos que la Corte lo va a resolver rápidamente porque la propia Corte le pidió celeridad a la Cámara. Por lo tanto actuará con ese mismo principio. Yo no sé ni lo que piensa la Corte ni cuándo lo va a resolver, pero es necesario que se haga rápidamente, porque además hay un tema de gravedad institucional: hay una ley de la democracia votada hace más de tres años y medio que no se puede aplicar y eso lesiona a las instituciones de la democracia. Ahora, por supuesto que Clarín lo que busca es no cumplir la ley para sostener su poderío. Ese poderío se construyó con vínculos oscuros con la dictadura cívico militar en un momento y con complicidades con la década del 90 después. El Grupo Clarín no quiere cumplir la ley porque están acostumbrados a decidir, a mandar. Están acostumbrados a llamar por teléfono a los presidentes, diputados y senadores para decir lo que tienen que hacer. Y lo que no aceptan es que desde el 25 de mayo de 2003, la etapa que inaugura Néstor Kirchner, tiene como rasgo de identidad constitutiva recuperar la soberanía de las decisiones políticas y hoy la Argentina decide donde tiene que decidir: en la Casa de Gobierno y no en la oficina de un CEO de una corporación. Y esto es lo que no aguantan.
“La misma opinión de Scioli”
—Usted hace años que batalla contra Daniel Scioli, en una pelea en la que parece cada vez tiene más compañía…
—Yo tengo la misma opinión de siempre de lo que significa el gobierno de (Daniel) Scioli. Creo que dista mucho de lo que pasa en el orden nacional. No expresa ninguna de las transformaciones que vive la Argentina. Pero no es nuevo, lo he dicho siempre. Lo importante hoy es cuidar y proteger el proyecto nacional. Y eso hay que hacerlo sin especulación, sin mezquindad, y hay que poner el cuerpo sin límite en defensa del proyecto nacional, de la presidenta y de su liderazgo. Y eso es lo que va a hacer Nuevo Encuentro, como una de las fuerzas kirchneristas y en ese proceso que fue madurando hoy nosotros nos sentimos plenamente parte del proyecto nacional. Somos una de las fuerzas políticas kirchneristas, somos kirchneristas, y este es nuestro gobierno nacional.
A la izquierda de CFK, la pared
—Si sigue así se va a hacer peronista.
—Nuevo Encuentro es una fuerza política donde hay hombres y mujeres que vienen del peronismo, que vienen del radicalismo, del socialismo e independientes. Yo sinceramente creo que el kirchnerismo es el nombre del movimiento nacional y popular y democrático del siglo XXI.
—¿El peronismo del siglo XXI?
—Para el mundo peronista no hay nada más peronista que ser kirchnerista y para una persona de izquierda no hay nada más de izquierda que ser kirchnerista. Digo que no hay nada más peronista que ser kirchnerista porque el kirchnerismo es el peronismo del siglo XXI y no hay nada más de izquierda que ser kirchnerista porque a la izquierda del kirchnerismo está la pared.
Re-reelección no se discute
—¿Adhiere a la idea de la re-reelección de la presidenta?
—No estamos debatiendo eso en este momento. Nosotros estamos profundamente convencidos de la necesidad de la profundización de este rumbo y de la continuidad de las políticas actuales. Lo que no tengo ninguna duda es del lugar de liderazgo de Cristina, en el lugar que sea. Este proyecto político tiene como eje central el liderazgo de la presidenta y creo que eso es fundamental para la defensa, profundización y continuidad de este rumbo. No tengo ninguna duda del rol de Cristina, pero no estamos discutiendo ahora re-reelección sí o no. Hoy no es parte del debate.
—Si no es Cristina, ¿el kirchnerismo tiene otros nombres?
—No estamos discutiendo eso. Todavía hay muchas cosas para hacer.
