El entrenador de la Selección argentina de fútbol, Alejandro Sabella, se mostró orgulloso de dirigir a Lionel Messi y, ocurrente, comparó sus arranques en velocidad con los del viejo juego de autos eléctricos denominado «Scalextric».
«Cuando llegué a la Selección, ya sabía que se trataba del mejor jugador del mundo, el más desequilibrante. Pero me sorprendió tenerlo de cerca y ver su cambio de ritmo, la explosión, su técnica en velocidad; cómo maneja la pelota a ese ritmo. Parece el viejo juego de Scalextric que usábamos cuando éramos chicos, los autitos que arrancaban de cero a toda velocidad», confesó.
En otro orden, Sabella planteó las dificultades que encuentra en su cargo, ya que debe «convivir con la gran presión que hay para obtener resultados».
«Pero estar acá es lo que sueña cualquier argentino que haya dirigido a un equipo alguna vez. Uno no puede decir que no, ni dudarlo siquiera», advirtió.
Sabella formuló declaraciones al sitio oficial de la FIFA, donde no tuvo problemas en confiar que «está costando un poco más el recambio en la defensa».
«Si se habla del recambio, con delanteros de la clase Messi, Higuaín y Agüero, nadie puede sentirse mal porque uno diga que cuesta un poco más en la última línea», definió, al tiempo que recordó que «hay poco tiempo para trabajar».
Postuló por otra parte que su tarea consiste en «tratar de armar un buen grupo», en el que sus componentes «se lleven bien y estén concientizados, que tengan sentido de pertenencia y que jueguen sintiendo la camiseta».
Por último, Sabella comentó incluso las chances que ve para Brasil, organizador del próximo Mundial. «Jugar como local es un arma de doble filo, por lo que dependerá de la personalidad de los jugadores. El brasileño, si se agranda, te hace un desastre, te pinta la cara, te golea… pero también va a sufrir la presión, la obligación de sentir que tienen que ser campeones», evaluó.
Para el técnico de la Selección argentina, los brasileños, a dos años del Mundial, «indudablemente son grandes candidatos».