Espectáculos

Sacristán recita a Machado

Después de las exitosas presentaciones en La Trastienda de Buenos Aires, el actor español José Sacristán presenta en única función su unipersonal de poemas "Caminando con Antonio Machado", el viernes a las 21, en La Comedia.

Tras una exitosa serie de presentaciones en el porteño reducto La Trastienda, y en el marco de una gira, el popular actor español José Sacristán presentará esta noche, a partir de las 21, en La Comedia (Mitre y Ricardone), en una única función (al menos por el momento), su unipersonal de poemas Caminando con Antonio Machado, que opera como un tributo al poeta al que definió, en diálogo con la agencia de noticias Télam, como “parte de una generación de personas que fueron ejemplares en su comportamiento como referentes morales”.
“Aquella generación, la del 98 del siglo XIX, nos ha dejado no sólo una obra literaria, poética, filosófica”, ponderó Sacristán acerca de Antonio Machado (1875-1939), poeta que motiva este espectáculo y que se subtitula “De Los días azules a El sol de la infancia”.
El protagonista de Asignatura pendiente y Solos en la madrugada está acompañado en escena por el pianista y compositor Facundo Ramírez, que alterna piezas de Isaac Albéniz, Claude Debussy, Heitor Villa-Lobos, Johannes Brahms, Robert Schumann, Franz Liszt, Frederic Chopin, Wolfgang Amadeus Mozart y Federico Mompou.
En el comienzo, ataviado como supuestamente llegó a Colliure, Francia, huyendo del avance franquista, Sacristán, como el autor de “Campos de Castilla”, en vivo diálogo con Ramírez, se planta frente a un atril y se mete a fondo en el mundo de Machado.
Con su voz profunda y templada, el español arranca su espectáculo con “La muerte del niño herido” y “El crimen fue en Granada”, sobre el asesinato de Federico García Lorca, para continuar por un mar de poesía tan esplendoroso como emocionante.
Respecto de su recital sobre Antonio Machado, con el que regresó a las tablas argentinas después de tres años, el actor contó que la idea surgió de un viejo acuerdo con una productora con la que hizo en España una sinfonía del joven compositor David Del Puerto, para la Semana Musical de Soria: El paso de Machado por Soria, para mezzosoprano y voz.
“A mí se me ocurrió, para que no fuera sólo un recital, crear una especie de dramaturgia, un hilván argumental a partir de un papel que encontró su hermano José al día siguiente de la muerte de Don Antonio en Collioure, que decía «estos días azules» y «este sol de la infancia»”, apuntó.
El actor dijo haberse tomado “la libertad de pensar que ése era el deseo de volver a Sevilla”, y a través de los poemas representar el espíritu del poeta acompañado por Facundo Ramírez, “un hombre de teatro que tiene una sensibilidad especial”. Por eso, en el escenario, el actor va “de Coullioure a Sevilla a través de sus poemas más íntimos, sociales, descriptivos, los más musicales; Don Antonio es un poeta de cabecera para mí, y cuando voy a Soria, entro al instituto donde daba sus clases y donde están sus objetos, y es como si me encontrara con él”.
El actor subrayó la labor de su compatriota Joan Manuel Serrat, que en los años 60 musicalizó los poemas del sevillano, aunque aclaró: “Yo he tratado de evitar los poemas que tomó Joan Manuel, porque letra y música ya son parte de una misma cosa”.
“Y además de ser un trabajo bellísimo lo que más hizo fue que popularizó esa obra y también la de Miguel Hernández –agregó–. En España hubo y hay poetas impresionantes, y aún siguen, como los cantaores flamencos, no se agota la veta”.
Sobre su paso del teatro de prosa a la poesía, dijo tener la experiencia “de haber actuado con las Sinfónicas Nacionales de Tenerife, Las Palmas, Oviedo, Córdoba, un Iván el Terrible, con música de (Dmitri) Shostakóvich y poemas de (Evgueni) Evtuchenko, y he cantado zarzuela”.
“Tengo cierta familiaridad con la coordinación entre la poesía y la música y, por lo demás, Machado es para un actor uno de los poetas más cercanos de interpretar, que no de declamar; hay una proximidad con el personaje que va variando según describe Castilla, o la muerte de su esposa Leonor, o cuando habla de la guerra”, desmenuzó.
Sin embargo, añadió que es la mirada de un hombre “con el cual yo me siento muy identificado y resulta un vehículo relativamente fácil, y perdón por la soberbia, de trasladar al teatro y de interpretar, aunque en este caso es una lectura dramatizada”.

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