El ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, Marcelo Sain, denunció este domingo que el empresario Leonardo Peiti, un imputado arrepentido en una causa por juego ilegal y extorsiones por la que el viernes allanaron el domicilio de un fiscal, «manejaba» esa maniobra clandestina «junto con la Policía».
El propio acusado declaró la semana pasada que él entregaba «entre cuatro mil y cinco mil dólares mensuales» al fiscal rosarino Gustavo Ponce Asahad y también contó que se reunió por la misma situación dos veces con el fiscal Regional de Rosario, Patricio Serjal.
«Lo que declara Peiti con claridad es cómo, en realidad, la gente de Ariel «Guille» Cantero (por el líder de la banda Los Monos) le `comió` un pedazo del negocio del juego clandestino a través de aprietes y para sacárselo de encima le dio un pedazo de juego clandestino», declaró este domingo por la mañana Sain a Radio Dos.
El ministro sostuvo que este empresario «manejaba históricamente el juego clandestino en sectores importantes de la provincia» y lo hacía «junto con la Policía» local.
«A qué punto de descomposición ha llegado la Policía que teniendo una sociedad con un empresario como Peiti, y siendo este apretado por Los Monos, no hay un solo policía de la nómina de Peiti que salga a cortarle esto a Los Monos. Hasta tenés una Policía ilegal, trucha», señaló.
Sain advirtió que si bien la banda de Los Monos fue desarticulada, con el juicio en el fuero provincial y las otras condenas (otras cinco tanto en la Justicia Federal como provincial) «lo que se reconstituyó en los últimos tiempos fue Guille Cantero», quien está detenido en la cárcel federal de Marcos Paz.
«Lo que ha montado Guille Cantero es una fabulosa estructura de extorsión a la siciliana; esto es: yo te dejo trabajar en la medida en que vos pongas una mensualidad. Si no, te cago a tiros. Generalmente, se mete con sectores empresariales a los que les enganchan alguna ilegalidad», describió.
El ministro indicó que están investigando «si los extorsionados por la red de Guille Cantero son empresarios que no hacen la denuncia porque no quieren ventilar parte del entramado ilegal del que forman parte».
Para Sain esta trama «se fue descubriendo de a poquito con aquellos fiscales que tienen ganas de ver eso, que son los de siempre, en este caso (los fiscales Luis) Schiappa Pietra y (Matías) Edery».
«Cuando te llega una denuncia por extorsión, lo que te queda es investigar la extorsión, tirar de la soga e ir a un segundo escalón y vincularlo con otra extorsión. No tenés fiscales que hagan esto todo el tiempo (…) En Rosario hay mucho chamuyo: un amigo tuyo que te contó que lo están extorsionando, pero ninguno hace la denuncia. Hay una informalidad tremenda», opinó.
El ministro señaló que «los fiscales no tiran de la soga y se preguntan cuántas denuncias de extorsiones hay acá», excepto por Schiappa Pietra y Edery.
Según el empresario Peiti, hace 10 días el fiscal Ponce Asahad le solicitó llevar a 10.000 dólares el aporte mensual, tras brindarle datos sobre una investigación que realizaba contra él el Organismo de Investigaciones (OI) de Santa Fe.
Esos elementos los reveló el viernes pasado durante una rueda de prensa el Fiscal General de Santa Fe, Jorge Baclini, quien dijo que también estaría involucrado en el caso de presuntas coimas el fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal. Es que el empresario lo involucró, junto con su subalterno Ponce Asahad, por cobrarle pagos mensuales a cambio de protección.
Serjal enfrenta además un proceso sancionatorio en la Comisión Bicameral de Acuerdos de la Legislatura provincial por la compra de dos automóviles marca Toyota en una concesionaria a cuyo dueño había beneficiado con la clausura de una causa por delitos económicos. En este sentido, se conoció que este martes por la tarde se realizará una reunión de la Bicameral para evaluar esta situación.
Según Baclini, los dichos del arrepentido «son corroborados por el abogado del señor Peiti, que también prestó declaración y manifestó que tuvo una reunión con el fiscal».
Y agregó que también fueron confirmados «por un testigo que dice que es quien acompañaba al señor Peiti a hacer las entregas».
Leonardo Peiti es un empresario que posee salas de juego legales en las provincias de Formosa, Misiones y en Paraguay, pero también participa del negocio ilícito del juego clandestino, explicaron fuentes judiciales.
Este viernes, Peiti fue imputado por extorsiones y juego ilícito como parte de una banda cuyo jefe, Maximiliano «Cachete» Díaz, lugarteniente del jefe de Los Monos.