La fecha 12 de la Primera C resultó exitosa para los elencos rosarinos. Es que en el cierre de la jornada, tanto Central Córdoba como Argentino consiguieron victorias importantes para cada uno en su lucha particular.
Es que el Charrúa sumó tres puntos, subió unos puestos en la tabla de posiciones y se ilusiona con pelear por ser protagonista del torneo, cuando está siete puntos del líder Deportivo Español y aún resta más de la mitad del certamen por jugar. El Salaíto, por su parte, cortó la racha de ocho cotejos sin triunfos y volvió a sonreír fuera del José Martín Olaeta.
En el Gabino se fortalece
Central Córdoba es un equipo cuando juega en casa y otro cuando sale de barrio Tablada. Fuera de Rosario suma dos derrotas seguidas y ocho sin éxitos, pero como local es todo lo contrario porque consiguió su tercera victoria al hilo y extiende su buen andar a trece cotejos sin caídas.
En la soleada tarde del miércoles, el Charrúa tuvo que revertir la historia tras arrancar 0-1 abajo ante Luján y todo terminó en alegría al imponerse por 3-1, con autoridad y pasajes de buen fútbol.
A los 13 minutos de la etapa inicial, Federico Pellegrino adelantó al elenco de la Basílica, que ya había tenido una situación clara antes tapada de manera excelente por el arquero local Nacho Colombo.
Después de la apertura del marcador y acusando el golpe, el Charrúa tomó las riendas del partido. Por eso no extrañó que a los 30 minutos, tras una gran jugada colectiva a un toque, el goleador Agustín Príncipe definiera de manera perfecta para el 1-1 parcial con el que se cerró la etapa inicial.
En el complemento, los dirigidos por la dupla Teglia-Acoglanis siguieron buscando el arco rival y a los 10 minutos llegó la recompensa. Un centro preciso de Príncipe desde la izquierda, encontró la cabeza de Pablo Vranjicán, que puso el testazo al ángulo y dejó sin reacción al golero visitante para el 2-1 azul.
Luján salió a buscar la igualdad y tuvo alguna chance remota. Ya con cambios en el once, los matadores tuvieron tres situaciones claras para sentenciar la historia pero recién lo lograron a los 51 minutos, con una contra letal que definió Facundo Marín.
Triunfo 3-1 en casa, para dejar atrás la derrota ante Sportivo Barracas de la fecha pasada y pensar que puede luchar para volver a ser protagonista del campeonato como lo hizo en el Apertura. Quedó noveno en la tabla de posiciones con 17 unidades, a siete del líder Deportivo Español y en la general recuperó el cuarto lugar con 59 puntos, ese tan importante pensando en poder clasificar a la próxima edición de la Copa Argentina.
Ahora tendrá la obligación de cortar la mala racha fuera de casa para seguir con esa ilusión y la chance de hacerlo se le presenta enseguida, ya que este domingo desde las 15, visitará en Gerli a El Porvenir, de flojo andar en el campeonato, una chance clara de volver a festejar lejos del Gabino Sosa.
Cortó la racha afuera
Argentino logró un gran triunfo como visitante de Victoriano Arenas en Valentín Alsina, al imponerse por 3-1 y dejar atrás la seguidilla de ocho encuentros sin ganar, donde acumulaba cuatro derrotas y cuatro empates. La última alegría había sido en la tercera fecha del Clausura ante Muñiz, 3-0 como local, mientras que también volvió a festejar fuera de casa, algo que no sucedía desde la jornada 20 del Apertura, cuando se impuso 1-0 a JJ Urquiza en Loma Hermosa. Hasta el éxito de este miércoles en el Estadio Saturnino Moure, llevaba siete cotejos sin éxitos, con dos igualdades y cinco derrotas, las últimas tres consecutivas.
Rodrigo González abrió el marcador para los albos a los 28 segundos del primer tiempo. En el segundo tiempo, a los 20 minutos, Rufino Ortiz Martínez empató para el local pero a los 28, Diego Aguirre puso el 2-1 para los rosarinos y a los 35, Lucas Molina sentenció la historia y puso el 3-1 final.
Con este éxito, el Salaíto llega a 10 unidades en el Clausura y a 52 en la general, donde se ubica en el décimo puesto. En la próxima jornada, recibirá este sábado a partir de las 15 a Centro Español en barrio Sarmiento, buscando afianzar lo hecho de visitante para comenzar a despegarse definitivamente del fondo de la tabla.