La banda de los Tucumanos está sindicada por tres jugosas salideras bancarias que ocurrieron entre septiembre y octubre pasado en el microcentro de la ciudad. Hasta el momento, la Brigada Operativa de la Policía de Investigaciones (PDI) identificó a cinco miembros y con la detención de uno de ellos de este miércoles en la provincia de Córdoba, ya atraparon a tres, todos oriundos de Tucumán. Además, los investigan por otros cinco golpes y buscan a los otros dos sospechosos.
Gonzalo Z., de 30 años, fue el último de los apresados de la banda de los Tucumanos. El personal de la Brigada Operativa de la PDI, bajo las órdenes de la fiscal de Investigación y Juicio Cecilia Brindisi, estaba tras sus pasos y este miércoles por la noche logró atraparlo tras un allanamiento en la localidad cordobesa de Villa Carlos Paz. Cerca de las 22, los uniformados de la PDI junto a los policías de Córdoba irrumpieron en una vivienda de la cuadra de Medellín al 400. Allí cayó Gonzalo Z., quien se encontraba junto a otras seis personas, todas oriundas de la provincia de Tucumán. El sexteto, entre ellos Alejandro C. sobre quien pesaba dos pedidos de captura, quedó a cargo de la Fiscalía cordobesa por estar sindicados como autores de salideras cometidas en dicha provincia, describieron voceros policiales.
En el interior de la casa, los policías de la PDI secuestraron una importante cantidad de elementos, dinero en efectivo, 17 celulares, dos notebook, una tablet, dos cámaras digitales, un inhibidor de alarmas y otros elementos de interés para la causa, indicaron fuentes del caso para agregar que aún continúan en la búsqueda de los prófugos: Franco S., alias Pecho, de 35 años, y Sergio T., de 38.
Los pesquisas indicaron que Gonzalo Z. quedó detenido e incomunicado hasta este viernes a las 10 cuando se realice la audiencia imputativa ante el magistrado Juan Carlos Curto en la sala 2 del Centro de Justicia Penal, de Mitre al 2800.
Otros dos integrantes de la banda
La última detención de un integrante de la banda de los Tucumanos ocurrió a principios de diciembre pasado cuando personal de la PDI apresó a Ramón “Pura” S. en un operativo que se realizó en una casa de Libertad al 1500, en la localidad de San Miguel de Tucumán. Las fuerzas provinciales llegaron al lugar por orden de la fiscal, quien había solicitado la captura de otros tres hombres que los uniformados no encontraron y entre los que se encontraba Gonzalo Z. Antes de la detención de Ramón S., involucrado en la causa que investiga tres salideras bancarias perpetradas entre el 3 de septiembre y el 3 de octubre pasado en el centro rosarino, ya había sido aprehendido en barrio Tablada Juan Miguel V., un joven de 26 años que seguirá tras las rejas hasta el 15 de febrero próximo luego que le prorrogaran la prisión preventiva.
En la audiencia imputativa, la fiscal acusó a Ramón S. por “robo calificado por ser cometido en poblado y en banda” y “asociación ilícita” en dos hechos perpetrados el 21 de septiembre y el 3 de octubre pasados mientras que a Juan Miguel V. lo sindicó como autor del hecho del 3 de septiembre, la misma fecha en que fue detenido.
Foto: Ministerio de Seguridad
Los golpes
Según Brindisi, el 3 de septiembre pasado, poco antes de las dos de la tarde, Juan Miguel y otros dos muchachos interceptaron a su víctima en la esquina de Santa Fe y España. Con un golpe le sacaron los 50 mil pesos que acababa de retirar del Banco Francés de Córdoba al 1900 luego se fugaron en una moto que conducía el acusado.
Casi tres semanas después de esa salidera, el 21 de septiembre poco después de las dos de la tarde, Ramón y otros dos muchachos le arrebataron, en el cruce de peatonales de Córdoba y San Martín, 6.500 dólares a una persona que acababa de extraer la divisa extranjera del Banco Nación. El trío también huyó en moto, según la fiscal Brindisi.
Días después, el 3 de octubre siguiente, la fiscal dijo que fue Ramón quien junto a otras dos jóvenes le robó 450 mil pesos a una persona que acababa de retirar ese dinero del Banco Galicia, de la sucursal de calle Santa Fe y Sarmiento. Y que huyeron en moto.
La mecánica
La fiscal explicó en la audiencia que Juan Miguel y Ramón “contaban con una organización interna estable con funciones definidas”. Agregó que “mediante la distribución, asignación, ocupación y ejercicio de roles marcados –dicha organización– estuvo destinada a ejecutar los delitos mencionados”.
Según la Fiscalía, “la asociación ilícita se estructura con sujetos que cumplen funciones de marcadores que son los que señalan las posibles víctimas en zonas céntricas, en distintas entidades bancarias y casas de cambio de moneda extranjera, para luego establecer comunicaciones con los «sacadores» que son los que realizan el seguimiento a las víctimas y sustraen el dinero”.
