Un hombre de 28 fue interceptado este domingo por la Policía, en la zona noroeste de la ciudad, para que oficie de testigo en un procedimiento con el fin de que los agentes del orden constataran el hallazgo de una moto robada y resultó que tenía pedido de captura desde hace casi una década.
Pero la suerte no estuvo del lado del lado del testigo, ya que al pasar sus datos a la base del Comando, resultó que tenía pedido de captura vigente por no regresar a la cárcel de sus salidas transitorias.
Cuando la Policía paró al hombre y le solicitó que saliera de testigo en el procedimiento, el mismo paseaba tranquilamente en inmediaciones de Junín y Larrea con su pareja.
Según fuentes policiales, el episodio ocurrió este domingo a la noche cuando agentes del Comando encontraron en la zona oeste de la ciudad una moto Rowser de 135 centímetros cúbicos negra, la cual se había reportado como robada el 7 de enero pasado.
Tras el hallazgo del rodado, la Policía buscó a dos testigos para corroborar el secuestro de la moto y justo pasaba por el lugar una pareja, resultando que el hombre contaba con pedido de captura por no volver a la celda de Jefatura de la Unidad Regional II de Rosario desde el 10 de julio de 2008.