Por Roki Bigiolli
A principios de la década del 90 teníamos por costumbre juntarnos los fines de semanas en el bar La Buena Medida. No adentro del bar, afuera, en la vereda, mas precisamente en la vereda de calle Buenos Aires. Todos sentados en el piso, tomando cerveza (que comprábamos en algún kiosko) y fumando porro prensado. Para nosotros eso era ir a “La Buena”. Aunque alguna de esas noches, arengados por el bajón del pucho, entrábamos al bar a comer sus gloriosos familiares de milanesa. Era un punto de encuentro para pasarla bien y con estos rituales dimos forma a lo que supo ser una gran tribu de adolescentes y jóvenes unidos por la música. En una de esas tantas noches apareció el Negro Lottero y se frenó a saludar. Su característica porra descontrolada, campera de cuero y la guitarra colgada al hombro. Al Negro ya lo conocíamos porque en esa época cantaba y tocaba en su banda grindcore Entre la Basura, junto a Fabiancito y Martín; y a mí me gustaba ir a escucharlos hacer sus chinguichinguis y tupatupas ultra acelerados.
Entonces, el Negro Lottero siempre estuvo. De VGG a Rosario y de Rosario a VGG se encuentran los rastros y las raíces de su construcción musical que se mueven de manera pendular entre el metal y el punk. De esta manera, Guillermo “el Negro” Lottero se convierte en uno de los guitarristas imprescindibles de la región. Los años van a darle un recorrido por diversos proyectos en banda. Intense Mosh, Zaqueo, Locked, la incunable 5 pal Bondi y Trova Maldita son algunas de las formaciones en las cuales militó aportando sus solos y riff. Rastreen y escuchen su obra.
El disco
Ahora es 2023; ya pasaron 30 años de aquellas juntadas en La Buena Medida. Aquellos jóvenes hoy pueden ser abuelos. Pero las ganas de escuchar y hacer rock pesado siguen intactas y se sigue. El Negro Lottero, en aparente desbande, vuelve a hacer sonar su guitarra pero esta vez con su primer disco solista titulado: Lottero. Escribo “aparente desbande” porque en este disco el Negro en ningún momento está solo. Este disco que comprende un recorrido por 7 canciones está construido junto al señor Gustavo Roberto Mateo, quien se ocupó de la grabación y mezcla, además de sumar andamiajes para la arquitectura sonora del LP. También cuenta con la participación especial de Eduardo Nuñez Vargas y Marcelo Barrera en guitarras; Faku Iriarte y Gonza Gamboa sumando bajos.
Son 7 canciones de composición original entre el propio Negro Lottero y los 7 cantantes convocados a escribir sus propias letras y cantarlas. “Aparentemente” es el primer track a cargo de la voz de Ramón Kamono, vocalista de los Carmina Burana, a quien se lo escucha como brujo arengador en la maleza sónica de la canción. Le sigue “Glamour y ginger ale” interpretado por Moe de la legendaria banda local Murió de Asco, le pone vos y letra a esta especie de balada etílica con destellos de melancolía. La cosa vuelve abrazar el andar rokero con “Momento de reventar”, canción que cuenta con la participación de Macha, líder de la banda peruana Aeropajitas. Con “Ajedrez de poder” se ingresa en un paseo por las penumbras de la mano del conde Pablo Jubany, la guitarra del Negro Lottero suena en cadencia opresiva dando comienzo a la zona más oscura del disco que continúa con “No me alcanzan”, un trapcore en donde despliegan sus fraseados los raperos del far VGG: Marvin, Fat Pink, Simba y RDG. En “Rosario rojo sangre” la voz a cargo de José Miguel de Intense Mosh nos ubica en universo hardcore que nos resulta propio a quienes venimos caminando hace años por las calles de esta castigada ciudad. Y en el cierre suena “Palizas a mi autoestima” en donde Ariel Mazzurco, vocalista punkrocker de Cultura Violenta canta en la más desesperada de las canciones: “…en este caos busco la paz…” mientras el Negro Lottero se convierte en una sucesión de frenéticos solos de guitarras que terminan de un golpe con lo que se da.
Lottero es un disco que comienza a gestarse en el encierro del 2020 pero no es casual que vea la calle semanas después de que se haya decretado el fin de la pandemia. Caóticas y con broncas acumuladas estas canciones salen a dar cuenta que hay una vida que se sigue cantando e interpretando con el filo del rock pesado. El Negro entiende muy bien eso y lo pone en manifiesto en su primer LP solista, que estoy convencido, bien puede ser el puntapié inicial a una saga.
