Mariano Germán Salomón tiene 38 años y fue capturado el lunes pasado Buenos Aires en el marco de la causa por asociación ilícita cuya jefatura fue endilgada a la familia Cantero. Pero no era el último prófugo, ya que aún resta la captura de otras tres personas. A diferencia de otros compañeros de causa, el operativo que lo llevó ayer a Tribunales no tuvo la magnitud desplegada cuando allí esperaban la llegada de Ramón “Monchi” Machuca o Ariel “Guille” Cantero, dos sindicados cabecillas de la caída banda de Los Monos. Salomón fue llevado al despacho de la jueza Alejandra Rodenas, donde permaneció cerca de una hora mientras su familia esperó en el pasillo. Fue indagado como partícipe de una asociación ilícita y le achacaron además el delito de encubrimiento, en el que lo acusan de pasar telefónicamente la ubicación de uniformados en mayo de 2013. También lo acusaron del encubrimiento agravado del triple crimen de Marcelo Alomar, Nahuel César y Norma César, ocurrido el 28 de mayo de 2013. Salomón se despegó de las acusaciones y, si bien afirmó conocer a algunos de los coimputados, dijo que no era parte de esa supuesta asociación. En tanto, su familia denunció la aparición de una montaña de cartuchos calibre 12 en la puerta de su casa durante la mañana de ayer, y refirió que Salomón estaba en tratativas de entregarse el próximo 4 de julio, que no lo hizo antes porque no tenía garantías para su entrega y enumeró las denuncias realizadas en la Justicia. Después de su paso por Tribunales, Salomón volvió a Piñero, donde está detenido.
En cuanto a la imputación como miembro de la asociación ilícita Salomón negó su vinculación con la banda. Dijo que si bien conocía a algunas de las personas que fueron nombradas como miembros, él no era parte de ella. Afirmó que toda su vida estuvo dedicado a la compra y venta de autos y no sintió pertenecer a esa banda. “Estaba en un lugar metido donde no sabía qué era”, detalló. Y agregó que según lo mediático es una asociación ilícita, y también por los medios se enteró que estaba metido en algo que no es. “Yo no soy lo que dicen”, aseguró y agregó que para él no existía una banda.
Luego aclaró, en presencia del fiscal Gonzalo Fernández Bussy y de su defensor, Marcelo Piercecchi, que tuvo la intención de presentarse antes. “Pero por el tema del medio periodístico tuve miedo de pasar por muchas situaciones, por mí y mi familia”, afirmó.
Salomón fue imputado también de encubrimiento. Es que a través de cuatro comunicaciones telefónicas ocurridas el 10 de mayo de 2013 le informó a Ramón Machuca, alias Monchi Cantero, sobre la presencia de personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y de la Policía provincial en Oroño y Lamadrid, sostiene la imputación. El último achaque estuvo vinculado con el triple crimen de Marcelo Alomar, Norma y Nahuel César ocurrido la tarde el 28 de mayo de 2013 en Acevedo y Francia cuando la chata en la que circulaban recibió más de 30 disparos. Puntualmente, se lo acusó de colaborar con otros integrantes de la banda con el fin de ayudarlos a evadir la investigación penal u ocultar prueba. Para ello, la Justicia tomó en cuenta algunas comunicaciones telefónicas posteriores al hecho, donde se interioriza del estado de salud de las víctimas y sobre la identificación y el ocultamiento del vehículo utilizado en el ataque. En estas últimas dos imputaciones negó el hecho y se abstuvo de seguir declarando.
Cruce
En hall de Tribunales que da a calle Moreno se cruzaron la madre de Mariano Salomón y el juez Juan Carlos Vienna. La mujer dijo que el magistrado nunca le dio “garantía de nada” a su hijo y Vienna le contestó con una sonrisa y continuó su camino. “Si yo soy juez y mi hijo es delincuente me lo dice en la cara” subrayó la mujer, “pero jamás dio la cara”, añadió y agradeció a Rodenas y al comisario Adrián Forni por el tratamiento en la detención de su hijo. La mujer sostuvo que su vástago iba a entregarse: “Tramitábamos todo para el 4 de julio. Él decía: «Tengo miedo de que me pase algo» y le dijimos que se quede tranquilo porque había otro juez”.
Aprietes y proyectiles
El abogado de Mariano Salomón, Marcelo Piercecchi, dijo ayer que su cliente siempre quiso ponerse a derecho, incluso existen en el expediente varias presentaciones en ese sentido, pero “no estaban dadas muchas garantías” judiciales. “Pienso que el manejo de la causa que se tiene hoy por parte de la doctora (Alejandra) Rodenas no es el mismo que el del anterior magistrado y ustedes son testigos de todos los cuestionamientos que se hicieron a la actuación de (Juan Carlos) Vienna”, sostuvo. Y agregó que la duda de parcialidad “surgió en ese momento” (cuando en compañía de Luis Paz viajó a Estados Unidos), dato que a su entender fue tomado en cuenta por su cliente. “Dudaba de lo que podía pasar”, refirió.
Piercecchi agregó que su cliente sufrió amenazas previas y dio detalles sobre una denuncia que hizo la madre de Salomón el 29 de noviembre de 2013 contra Luis Paz, padre de Martín “Fantasma” Paz, cuyo asesinato, en septiembre de 2012, generó una pesquisa a cargo del juez Vienna que derivó en la causa de asociación ilícita tras la muerte de Claudio “Pájaro” Cantero en mayo de 2013.
Según la denunciante, Paz le dijo a dos familiares de Salomón que se cuidara, que iba a recibir un tiro. El letrado explicó que, si bien esta denuncia está archivada, el hecho fue judicializado. Agregó que ayer por mañana la vereda de la casa de su cliente apareció regada de cartuchos percutados calibre 12 milímetros, en un claro acto intimidatorio. Por lo que luego de la indagatoria se dirigieron a la Fiscalía a presentar la denuncia. Por su parte, la madre de Salomón sostuvo: “Por cualquier cosa que le pase a mi hijo, lo hago responsable a Luis Paz”.