Los salones de fiestas están sujetos en este contexto de pandemia a los mismos protocolos que deben cumplir los negocios gastronómicos. Pasa que sólo unos 50 se adecuaron a esta nueva normalidad y se empeñan en seguir con actividades. Ariana Montero, presidenta de la Cámara de Salones de Eventos infantiles y afines, explicó a El Ciudadano que si bien comenzaron a trabajar, necesitan publicitar que volvieron a abrir para sumar concurrencia y poder subsistir económicamente.
“Sobre todo, los salones más pequeños o que posibilitan eventos como casamientos, cumpleaños, bautismos o cualquier reunión, pero sin baile y bajo protocolos estrictos de cuidados ante el coronavirus”, expresó Montero sobre las urgencias. Ella tiene un salón de fiestas en el centro y desde que volvieron a abrir los sitios de fiestas organizó en promedio unos 5 eventos al mes, contra alrededor de 30 que su local alojaba antes de que irrumpiera la pandemia y, con ella, primero los cierres y luego las reaperturas con estrictos protocolos.
“Podemos trabajar con normalidad”, aclaró. Aún así, resaltó que apenas unos 50 salones se adhirieron a los protocolos y así pudieron volver a abrir sus puertas. “Incluso con los juegos infantiles si están al aire libre”, añadió sobre las particularidades de esos locales.
“Hace un mes salió la resolución que habilita los juegos infantiles, los salones que están trabajando son los que tienen peloteros y demás estructuras al aire libre, pero nosotros presentamos unos 30 juegos infantiles que se pueden realizar en espacios cerrados y cumpliendo el debido distanciamiento”, especificó.
Los bares los estaban suplantando
“Tenemos los mismos protocolos que gastronómicos, ya que surgió de la necesidad de abrir nuestros locales y ver que en los bares se festejaban reuniones. Le dije al intendente Pablo Javkin y se logró habilitarlos con las mismas características: el 50% de capacidad del salón, 6 personas por mesas y además un dato a tener en cuenta es que en los salones hay exclusividad, se respetan más las burbujas familiares y de amigos”, subrayó Montero.
De hecho, ahora se extendió también el horario de cierre. De lunes a jueves, a la 1.30, y los viernes, sábados, domingos y vísperas de feriados, a las 2.30.
Danza no, show con cuidados, sí
Otro dato a tener en cuenta es que no se puede bailar, pero si están habilitados a tener show de bandas o entretenimientos del tipo stand up.
“La gente quiere festejar”, argumentó Montero a modo de reclamo de mayor difusión sobre la vuelta a la actividad, aunque adaptados, de los salones de fiestas.
La referente de esos espacios golpeados particularmente por la pandemia agregó que cada 15 días tienen mesa de diálogo con la Secretaría de Comercio Interior de la provincia y con autoridades municipales para intentar “remontar” la situación económica y financiera. El gobierno santafesino les otorga un subsidio para poder afrontar, aunque sea en parte, los alquileres.
