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Salta 2141: “Desconectaron el regulador y la válvula estaba abierta”

Lo dijo el perito cordobés que evalúo el expediente. Fue a la hora de explicar qué pasó y determinar las responsabilidades en el siniestro. Declaró este martes en el marco de la investigación por la trágica explosión

El perito cordobés Ernesto Sergio Fernández declaró este martes en una nueva jornada del juicio oral y público por la trágica explosión del edificio de calle Salta 2141. El licenciado en criminalística explicó que revisó el expediente, el sumario de Enargas, las fotos y los estudios junto con otros cuatro profesionales y luego cargaron el resultado en un informe de 75 puntos. Para los peritos, el día de la explosión la válvula estaba abierta. “Desconectaron el regulador y por eso hubo pérdida de mucho gas antes de la explosión”, señaló Fernández, en base a los resultados de la pericia.

El perito dijo que después de analizar el expediente detectaron que un grupo de vecinos había reclamado a Litoral Gas porque había bajado el suministro. Desde la empresa les sugirieron llamar a un gasista matriculado.

“García (el gasista) omitió todas las normas. Cuando lo llamaron por la falta de presión tendría que haber ido a Litoral Gas y pedir permiso para trabajar. El consorcio no era ajeno. Ni ellos ni el gasista advirtieron a la empresa para evitar que les corten el suministro”, señaló.

También recordó que los gasistas matriculados conocen las normas, pero que desde la empresa no garantizan la actualización del título a medida que cambian las normativas. En cuanto al trabajo del gasista, agregó: “Era imposible colocar el otro regulador sin cambiar toda la cañería porque el nuevo regulador era más chico que el que estaba”.

El perito mencionó que según las normas que rigen para las instalaciones de gas, debe haber dos medidores donde haya más de cinco viviendas para dar continuidad al servicio. Pero en Salta 2141 había uno solo. Según el perito, al momento de construir el edificio la norma lo habilitaba. Pero todo podría haberse adecuado después. Dijo que era seguro tener uno solo, aunque con dos reguladores se hubiese podido controlar la pérdida sin cortar el suministro.

Fernández dijo que el estado de la válvula de bloqueo “era regular”. Cortaba el suministro, pero requería más de una persona para cerrarla en caso de urgencia.

“La válvula no tenía la palanca de operación provista de fábrica. Para cerrarla tuvieron que llamar a Litoral Gas. Lo hicieron dos personas. Requirió de mucha fuerza”, dijo y explicó que la fuerza que hubo que hacer pudo deberse al ajuste de los tornillos superiores para evitar una pérdida.

La mañana del 6 de agosto de 2013 salieron 50 metros cúbicos de gas por minuto durante 10 o 12 minutos. Subió por los ascensores y escaleras y cerca del 4° o 5° piso se produjo una chispa (posiblemente generada al apretar una tecla de ascensor) que detonó la explosión. El perito aseguró que la pérdida vino de la cañería de media presión.

En cuanto a la responsabilidad de la empresa dijo que Litoral Gas tenía una sola máquina para perforar el piso y obturar los caños de gas. El 6 de agosto de 2013 la única máquina estaba en un trabajo programado. Cuando recibieron la noticia de la fuga, lo interrumpieron, llevaron la máquina a la empresa para cambiarle el cabezal y recién entonces fueron a Salta al 2141.

“Le faltó previsibilidad. Igual, lo hicieron en tiempo razonable por las escasas herramientas con las que contaban”, señaló el perito y precisó que entre el llamado y la primer obturación pasaron 2.15 horas.

Después de ser interrogado por la Fiscalía, el perito respondió afirmativamente a las preguntas de la querella, donde señaló que el escaso suministro de gas denunciado en las semanas previas pudo deberse a una falla en el regulador. También que los operarios de Litoral Gas que rehabilitaron la conexión el 26 de julio debieron advertirlo a la empresa para que corte el gas, cambie el regulador y así evitar la explosión.

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