Una adolescente de 14 años que era obligada a trabajar en un supermercado de la localidad salteña de Pichanal y sufría «maltratos físicos» fue rescatada por la Gendarmería Nacional, mientras que la propietaria del negocio y su hijo quedaron imputados por el delito de «trata de personas con fines de explotación laboral», informaron fuentes de esa fuerza.
Efectivos de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de Orán iniciaron las averiguaciones tras una denuncia radicada al Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata sobre el caso de la menor, de nacionalidad boliviana.
Luego de las primeras investigaciones, los gendarmes vigilaron durante tres días los movimientos y actividades del negocio, situado en el barrio Misión San Francisco de la localidad de Pichanal, 250 kilómetros al norte de la capital provincial.
“Allí, se identificó a una mujer mayor de edad y a la joven víctima, por lo que el Juzgado Federal de Tartagal ordenó el registro del inmueble, donde se decomisó entre otros elementos la cédula de identidad de la adolescente, quien quedó resguardada en el refugio para víctimas del delito de trata de Orán”, precisaron las fuentes.
En tanto, la propietaria del local comercial y su hijo “fueron imputados por presunta infracción de la ley 26.364 de prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a las víctimas”, completaron los voceros.