Después de la polémica por deudas contraídas por el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) en la cartera de Infraestructura, el ministro de Salud, Carlos Parola agregó que la situación en hospitales y centros asistenciales también está complicada.
Según dijo a El Ciudadano, el socialismo no pagó a proveedores de medicamentos, insumos diarios y reparación de equipos durante el último semestre de 2019 y tensó la relación comercial que sostiene la atención en los 10 hospitales más grandes de Santa Fe y el resto de los más de 400 centros de asistencia pública.
Desde el gobierno de Omar Perotti apuestan a sacar la ley de Necesidad Pública que les permita pagar y encarar el 2021 con más aire.
Problemas en el paso de mando
“Nos encontramos con una deuda importantísima que es lo que de alguna manera nos está generando enormes dificultades para llevar adelante la gestión. La deuda total son 1.500 millones de pesos, de los cuales 932 son de los 10 hospitales más grandes de la provincia y el resto se distribuyen entre los 400 prestadores a lo largo de la provincia”, explicó Parola.
Consultado por cómo repercute en la atención, el ministro agregó: “Es complicado. Lo estamos tratando de sobrellevar. Genera dificultades para la compra de insumos y en la adquisición de bienes para hospitales. Tenemos optimismo que la nueva ley se pueda estar llevando adelante desde febrero, a través de la Cámara de Diputados”. Parola habló del proyecto de ley rechazado en diciembre y que intentará ser tratado de nuevo en la Legislatura provincial.
“Queremos que nos permita desahogar y ponernos al día para afrontar los restantes 8 meses del año y proyectar el siguiente. Los más comprometidos son los insumos diarios, como medicamentos y descartables. También los equipos que se rompen y hay que renovar”, insistió el ministro. Según Parola, el problema alcanza desde medicamentos hasta prótesis.
El sistema
Parte de los insumos diarios, siempre según explicaron desde el ministerio, son producidos por el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) y otros son comprados a fabricantes y distribuidores de Santa Fe, con quienes el gobierno anterior tomó la deuda.
“Tenemos que hacer frente a la deuda para mantener el vínculo comercial. No hay dinero. Son deudas que han transcurrido y generan compromisos que hay que pagar. El LIF cumple una gran función, pero la mayoría de los medicamentos que se producen allí apuntan a lo que es atención primaria y no insumo hospitalario diario. Al gasto de personal lo vamos regularizando, quizás no a la velocidad que queremos, pero lo hacemos”, agregó el ministro.
La estimación del gobierno de Perotti es que la deuda en personal es de 300 millones de pesos.
Es parte
Parola siguió los pasos de Silvina Frana, ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat (creado para unificar lo que antes eran distintas reparticiones). El mes pasado la ministra denunció que la administración de Miguel Lifschitz había dejado una deuda de 7 mil millones de pesos para hacer obra pública.
Pablo Seghezzo, ex ministro de Infraestructura, se defendió hablando de la inversión en rutas que encararon por falta de apoyo de Nación. “La falta de federalismo y la discriminación amiguista de los gobiernos de CFK y de Macri generaron una deuda de la Nación con Santa Fe que supera los 100 mil millones de pesos, capital que puede usar el gobierno provincial actual para negociar la continuidad del plan de obras”, escribió en su Twitter el ex funcionario.
También señaló que no hubo contacto durante el cambio de gobierno para mantener la relación con las constructoras. Según Seghezzo, la gestión anterior dejó un patrimonio vial de más de 35 mil millones de pesos. “La gestión del Frente Progresista ejecutó solo en su último mandato: 250 km de nuevos pavimentos, 1.030 km de rutas repavimentadas, 250 km de estabilizados y más de 2.400 km reparaciones”, escribió en su Twitter.
Y más
El planteo de Frana y Parola, se enmarca en el pedido de emergencias de seguridad, la sanitaria y alimentaria, similar a lo que plantearon desde el gobierno nacional. En Santa Fe, la idea de Perotti es lograr una toma de créditos públicos para cumplir compromisos, la creación de dos fondos especiales para financiar programas de asistencia alimentaria, y la facultad de renegociar contratos, entre otros poderes.
