El presidente de Francia, François Hollande, concluyó ayer su visita a la Argentina con un homenaje a detenidos-desaparecidos de la última dictadura militar junto a Abuelas de Plaza de Mayo.
“Siento una gran emoción. Quiero expresar la solidaridad de Francia para con las víctimas de la dictadura, víctimas de la opresión, víctimas de la barbarie. Y saludar la lucha de estos hombres, de estas mujeres que han buscado durante tantos años a sus hijos, a veces a sus nietos y que sólo lo han logrado después de haber llevado tantos trámites”, afirmó el jefe de Estado galo.
“22 víctimas”
Durante el homenaje realizado en el Parque de la Memoria, en Costanera norte, el europeo recordó que hubo “22 víctimas de la dictadura” que eran ciudadanos franceses y resaltó: “Estábamos conscientes que en la Argentina se había cometido un crimen de masas”.
Al mismo tiempo, destacó la tarea de “estas mujeres, estos hombres que todavía están aquí hoy porque la barbarie nunca acaba”.
“En otras partes del mundo, hoy en día hay mujeres, niños, hombres que son asesinados por sus ideas”, subrayó.
Visita a la Bombonera
Más tarde, Hollande recorrió las instalaciones del Estadio Alberto J. Armando con Macri como guía, con quien intercambió camisetas: el francés se llevó las casacas del xeneize y la selección argentina con el número diez en la espalda y le entregó al jefe de la Casa Rosada la azul de Francia.
“Parece ser un fanático del fútbol, del deporte”, señaló el líder del PRO en declaraciones a la prensa antes de partir hacia Roma para encontrarse el próximo sábado con el Papa Francisco.
En la Bombonera, Hollande se dio el lujo de patear un penal contra el arco que da a Casa Amarilla, ante la presencia del francoargentino campeón del mundo en 1998, David Trezeguet; y el secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister.
Luego, el presidente galo se trasladó a un encuentro con personalidades del mundo cultural argentino y francés, previo a un almuerzo con dirigentes de empresas de ambos países.
Antes de partir rumbo a Uruguay encabezó una recepción de la comunidad francesa en el Liceo Jean Mermoz.