Graciela Magrin, experta en cambio climático del Inta Castelar y participante del IPCC por la Argentina (Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) afirmó que “la extensión de la frontera agrícola” presiona sobre los bosques y ello preocupa por su posible impacto en el calentamiento del planeta.
“En gran parte, la deforestación mundial está supeditada a la extensión de la frontera agrícola que también se relaciona con el aumento de la demanda mundial de alimentos y de biocombustibles y desencadena una presión muy fuerte sobre los sistemas forestales”, dijo la especialista.
En Inta Informa se consignó que al igual que, el suelo y el agua, los bosques nativos son sistemas vitales y si los aprovechamientos forestales no están bien manejados, degradan el bosque: le quitan cantidad de árboles y se pierde calidad ambiental y productiva.
Según el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC, durante los últimos 50 años las temperaturas de la superficie de la Tierra aumentaron al doble de velocidad que lo observado durante la primera mitad del siglo XX. El “desarrollo sostenible” –que se refiere al progreso actual sin comprometer a las generaciones futuras– fue la respuesta de la humanidad al proceso de deforestación con fines de expansión urbana y agrícola y a la consecuente degradación de los recursos naturales. Pero la industrialización basada en la quema de combustibles fósiles y otras actividades como la agricultura por inundación y la ganadería, sumadas a la deforestación y a la degradación de bosques por mal manejo, generarían la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera y, en consecuencia, el aumento de las temperaturas.
De este modo, uno de los desafíos más importantes que la sociedad debe enfrentar en el siglo XXI es encontrar soluciones que permitan mitigar ese proceso sin impedir el avance de los niveles de bienestar y desarrollo humano.
Los bosques nativos forman parte del sistema climático y, según explicó Pablo Laclau, investigador forestal del Inta Balcarce, constituyen “un sumidero de carbono capaz de hacer frente al cambio climático”.