Opina: Carolina Coscarelli (Especial para El Hincha)
El que mal anda mal acaba. Una selección que entró por la ventana al Mundial no podía transitar Rusia de otra manera. Argentina nunca tuvo una idea táctica, resulta difícil de entender las decisiones de Sampaoli, y el caos generalizado, que no tiene explicaciones racionales, nos llevó a esta dura derrota con Croacia y estar cerca de despedirnos del Mundial.
Sampaoli se traicionó a sí mismo. De aquel entrenador que nos vapuleó con Chile, a esta versión mundialista dirigiendo Argentina hay un abismo. Quizás le pesó el lugar, a punto tal que dejó sus convicciones de lado para terminar en este bochorno táctico. No se entiende como Lo Celso, que fue titular en la previa y había funcionado bien, ni siquiera haya jugado un minuto. Tampoco es lógico que probara un cambio de esquema de un partido a otro. Con Croacia se notó la inestabilidad de la defensa por un esquema que obviamente no estaba trabajado. También Caballero se muestra incómodo al tener que jugar con los pies, aunque no se entiende si esto es una idea del equipo, porque el propio técnico parecía pedirle que la revolee a cualquier lado. Y ni hablar de la presencia de Enzo Pérez, que pasó de marginado a titular en dos semanas.
El desorden, ese parece ser el indicador del ciclo Sampaoli. Y también la improvisación. Y el principal responsable es el entrenador. Porque tuvo tiempo para trabajar y no dejar a Messi solo en medio de un cerco rival que no lo deja jugar. No se le cayó una idea, no pudo sostener un equipo titular. En su afán de darle a todos las mismas chances no hizo más que desestabilizar al equipo.
Pero tampoco hay que exonerar a una AFA caótica, que no tuvo dignidad para sostener un proceso de Martino por perder una final, que cambió entrenadores a gusto y que fue gestora de este bochorno en Rusia. Sampaoli y AFA hicieron todo mal y ahora nuestra subsistencia está en manos de Nigeria o Islandia. No hay mucho más que explicar.