San Cayetano, patrón de la providencia, el pan y el trabajo, convoca este martes en Rosario no sólo por fervor religioso: también, por la situación social agravada. El pedido de una ocupación laboral que sume ingresos a las familias se potencia con las crisis, y es así que por la mañana, varias horas antes de la procesión prevista para las 15, una fila de siete cuadras de rosarinos encabezada por organizaciones sociales pudo verse marchar desde la emblemática iglesia de calle Buenos Aires al 2100 con la exigencia de políticas sociales que atenúen los impactos económicos sobre los más vulnerados. Dos postas estaban programadas. La primera, frente a la sede de la Ansés, en la esquina de Rioja y Sarmiento, y la restante, pasado el mediodía, frente al Concejo Municipal, donde los ediles se comprometieron a recibirlos.
La marcha fue convocada por varios movimientos sociales: la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie y el Movimiento Evita, entre ellos. Pidieron la declaración de la emergencia alimentaria, la actualización del monto de la Tarjeta Única Ciudadana y otras medidas de asistencia social e inclusión laboral. También participaron algunos gremios, como el Sindicato de empleados de Cadeterías (motociclistas de los delíveris), un grupo de los metalúrgicos de la UOM y otro de los docentes particulares de Sadop.
La concentración estaba convocada frente a la iglesia de Buenos Aires y Cerrito que lleva el nombre del religioso nacido en Vicenza, Italia, en 1480. Un aristócrata que firmaba sus escritos como «miserable sacerdote». El párroco Marcelo Franchini recibió y bendijo a los manifestantes. «Es una expresión social por falta de Estado», interpretó la marcha, y promovió un «diálogo directo entre Dios y la gente». A la vez, calificó la desocupación como «un cáncer» y, de nuevo, aludió a la ausencia de políticas públicas. «Dejó de ser una Argentina con movimiento social ascendente, el trabajo es lo que garantiza esa movilidad».
Franchini recibió a los referentes sociales: José Pepe Berra y Alejandra Fedele, del Evita, a Eduardo Delmonte, de la CCC, y Mónica Crespo de la CTEP, entre otros. Habló con ellos y, como hiciera el año pasado, bendijo la marcha, que arrancó pasadas las 11.
Los movimientos sociales reclamaron la actualización de la tarjeta de ciudadanía de los 270 pesos actuales a dos mil, y que se declare la emergencia sanitaria.
Las voces de los referentes de algunas de las organizaciones presentes
“Se hace en el marco de una jornada nacional. Se sumaron otras organizaciones. Rosario tiene su particularidad porque es como la punta de un embudo de una zona de la que sale casi el 0por ciento de la producción del país para la exportación, la gente ve pasar los camiones y los trenes cargados de alimentos y ven que esos sectores en los que está concentrada la economía tienen beneficios impositivos y son los que se han llevado la mejore parte de la riqueza argentina. En este lugar hoy en este día, se junta la esperanza de la gente de salir de sus problemas y a partir de que nos reunimos acá, surge la decisión de ir a la búsqueda de esa solución, de la lucha”, dijo Eduardo Del Monte, de la CCC.
“Este ajuste del gobierno ha sido brutal en esta última etapa y con anuncios de que habrá más, por lo que pedimos que se declare la emergencia social y alimentaria, además del aumento de la tarjeta de ciudadanía que quedó totalmente defasado, y que pase de 270 pesos –lo que se entrega actualmente–a 2 mil”, concluyó el referente de la CCC.
Alejandra Fedele, del ME, coincidió con del Monte sobre el pedido de la declaración de emergencia alimentaria, pero también agregó que pedirán que se declare la emergencia la boral. “Hay mucha gente que se quedó sin trabajo por lo que hay una tremenda crisis y una gran necesidad para los trabajadores, pidiendo que el gobierno nacional se humanice porque las medidas que está tomando causa mucho dolor en la gente que se queda sin trabajo, que no llega a fin de mes, que cada vez son más los chicos que van a comedores escolares y ya no a talleres de apoyo escolar sino a comer lo que no les pueden dar en su casa. Volvimos a vivir uno de los momentos más tristes que creíamos que no iban a volver”, dijo Fedele.
Mónica Crespo, de la Cooperativa de Cartoneros Unidos, dijo que “el hambre se siente cada vez más en el barrio”. “Lo que estamos pidiendo es que las autoridades abran más su corazón hacia los que más tenemos, hacia los más humildes porque con tr8isteza hoy tenemos que estar preparando raciones de comida para que se lleven los compañeros y cada día hay filas más largas afuera esperando. Cada vez son más los compañeros que viene de otros barrios a buscar su plato de comida o su chocolatada y es muy triste. Lo que más dignifica es nuestro trabajo y hoy muchos no lo tienen”, concluyó la referente de la una de las cooperativas de cartoneros que más integrantes nuclea de la ciudad, ubicada en Empalme Graneros.
El concejal Eduardo Toniolli acompañó a las columnas del ME. “Estamos en un día especial, en un marco de complejidad social donde tenemos una actividad económica que se está cayendo, la actividad industrial que cayó un 8 por ciento en un año, otro tanto la comercial y todo eso repercute en las estructuras más bajas de la sociedad: desapareció la changa y hay miles de compatriotas que están viviendo en la indigencia. No sólo las personas que integran las organizaciones que estamos presentes hoy acá, sino las otras miles de personas que vienen a pedir por conseguir o mantener su trabajo”, dijo el edil.
La Unión Obrera Metallurgica (UOM) también estuvo presente. En diálogo con El Ciudadano Daniel Gutiérrez, secretario de actas del sindicato, dijo: “Venimos sobre todo a pedir algo que falta que es la acción social y el descontento del manejo del gobierno para con los trabajadores. Hoy hay muchos en la calle y eso hace que la UOM esté presente en lucha pero siempre dispuesto al diálogo para que el gobierno nos escuche pero evidentemente no tenemos respuesta”.
Evidentemente los trabajadores de la UOM son unos de los más golpeados ya que es un gremio mayoritario y nos e concibe un país sin industria. Desde la asunción de (Mauricio) Macri al poder la UOM sufrió 28 mil despidos en el país y 20 mil suspensiones, eso es hasta el día de hoy. Pero tenemos otros conflictos que no podemos ver con claridad porque no pasa ni por la UOM ni por el Ministerio de Trabajo y son los desempleados de las Pymes que son las que sufren este embate de importación.