«Quítense el barbijo porque Dios los va a cuidar», dijo el sacerdote de Justiniano Posse, una localidad del sur cordobés, durante la peregrinación por la Virgen Niña, patrona del pueblo. Tras la celebración litúrgica del pasado 8 de septiembre, hubo una explosión de casos positivos de coronavirus en la comunidad. Al menos 16 ya fueron confirmados, hay 32 hisopados más a la espera de resultados y son casi mil las personas aisladas, en un pueblo que apenas araña los 9 mil habitantes.
Justiniano Posse venía surfeando la pandemia sin problemas, desde su inicio había detectado apenas dos casos en marzo, ambos de viajeros que volvían del exterior, y hasta la última semana no registraba ningún infectado por covid-19. El rito religioso, donde se investiga al párroco local por instar a los fieles a sacarse el barbijo, devino en una eclosión de casos sin precedentes que motivó la intervención de la Justicia para comprobar si se respetaron o no los protocolos sanitarios que exige la pandemia. Fuentes locales confirman que el 80% se contagió durante la misa y peregrinación y que en el 20% restante se está analizando el nexo epidemiológico. Se espera que los positivos se incrementen en las próximas horas.
Testigos de la actividad litúrgica confirmaron a la Justicia que el sacerdote instaba a los presentes a quitarse los tapabocas porque «Dios los iba a cuidar», que aquellos que usan barbijos son «unos miedosos» y que no había que temerle a la muerte porque «si moríamos nos íbamos antes con Dios». El virus fue implacable con el dogma del religioso. A pesar del negacionismo del párroco, los contagios se multiplicaron y un octavo de la población tuvo que aislarse de manera preventiva.
El periodista local de Arriba Córdoba, Adrián Leonardi, brindó más detalles del sacerdote possense: “Es totalmente antivacunas, anticuarentena. Incluso en su Facebook, que eliminó ayer (por el martes), bajaba ideas en este sentido”. «Es casi seguro que haya dicho eso porque lo conozco», reforzó el intendente Gerardo Zuin a Cadena 3.
Por una denuncia anónima, tomó intervención el fiscal de Bell Ville José María Uriarte. «Teníamos conocimiento de los casos positivos, pero no que eran circunstancia de la parroquia. A partir de esta llamada se toman esos dichos y se inicia la actuación», explicó.
«Una llamada telefónica que realizó una persona del lugar, que prefirió mantener su identidad en reserva, dio cuenta de que habría cierta intranquilidad en la comunidad a raíz del incumplimiento de los protocolos sanitarios establecidos en la parroquia del lugar y en celebraciones de la virgen patrona del pueblo. Iniciamos una investigación para corroborar estas versiones y si se hubiera concurrido en delitos comprendidos en el Código Penal que impliquen la contrariedad a normas establecidas», sostuvo el funcionario judicial en diálogo con la emisora Sudeste FM.
«Todo lo que sume para aclarar la situación, bienvenido sea. Buscamos saber si estas celebraciones hicieron foco en el número de casos existentes en la localidad. No queremos cargar de forma irresponsable culpas a alguien en particular», completó Uriarte.
En ese sentido, el director del hospital local, Oscar Gómez, confirmó que el brote tuvo lugar en la polémica peregrinación: «El 80 por ciento de los contagios ocurrieron durante la misa y hay un 20 por ciento en investigación que no tienen nexo con esta situación». Justiniano Posse, una localidad que hasta hace unos días era considerado una «zona blanca» libre de coronavirus, pasó a tener «22 casos positivos de covid-19 y más de 1.000 vecinos aislados», dijo el médico a canal 12.
“Evalúo que vamos a tener más casos por la cantidad de contactos estrechos de casos sospechosos y con síntomas. Hay más de mil personas en aislamiento por contactos estrechos y contacto de contacto”, amplió Gómez. Desde el inicio de la pandemia, la localidad cordobesa apenas registró dos casos, en el lejano mes de marzo: “Fueron dos pacientes que viajaron, se los detectó apenas llegaron y luego no tuvimos más casos hasta este día lunes”.
«Acá es una cuestión de responsabilidad social y de cada uno. Hubo una irresponsabilidad social de no seguir con las medidas de prevención, más en lugares cerrados, conglomerados de gente donde no se cumplió con las medidas de protección como distancia y barbijo”, concluyó el médico.
