No hubo unidad y San Luis alojará dos Encuentros. Uno será Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries. Se realizará en octubre e incorpora en el nombre un reclamo histórico: el de incluir a las naciones indígenas y afrodescendientes y a todas las identidades sexogenéricas. El otro será en noviembre y conservará el nombre del Nacional y de Mujeres. En el último mes, y movidas por el pedido de encuentreras y encuentreres de todo el país que reclamaban por la realización de un solo Encuentro, las dos comisiones organizadoras se pusieron en contacto, pero no reconciliaron posturas.
La cuestión del nombre del Encuentro está en la agenda de los feminismos de Argentina desde hace años. Comenzó a resonar en la edición N° 32, en Resistencia, Chaco (2017), y fue aumentando en intensidad en el Encuentro 33°, en Trelew, Chubut (2018). Fue en 2019, en el 34° Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) de La Plata, donde esto quedó más de manifiesto.
La Plata recibió en octubre de ese año a una marea de mujeres y diversidades sexogenéricas que se encontraron con dos encuentros en paralelo. Uno oficial, nacional y de mujeres; otro contrahegemónico, que denunciaba la falta de escucha de la Comisión Organizadora de modificar la nomenclatura del encuentro para que incorpore a todas las naciones que habitan el territorio argentino y que nombre también a lesbianas, travestis, trans, intersexuales, bisexuales y no binaries.
Desde Somos Plurinacional, agrupación que encabezaba el reclamo por el cambio de nombre, se realizaron incluso talleres, asambleas y marchas no oficiales, en los que se reclamaba ser nombradas, porque “lo que no se nombra, no existe”. Así las cosas, el acto de cierre del ENM de La Plata dejó ver esta discusión también en el escenario: mientras la multitud de encuentreras y encuentreres vociferaban en favor del cambio de nombre, desde el escenario anunciaban la sede de lo que sería el Encuentro de 2020: “Nos vemos en el 35° Encuentro Nacional de Mujeres en San Luis”, dijeron, y en ENM de La Plata quedó finalizado sin leer las conclusiones de muchos talleres, que apoyaban el cambio de nombre.
Semanas después de volver a sus casas, las puntanas tomaron la posta para organizar el 35° Encuentro. La Comisión Organizadora se reunió dos veces antes de que terminara 2019, y se partió por la mitad: un sector a favor del cambio de nombre, otro opositor. Y las diferencias, hasta este momento, parecen irreconciliables. Pandemia mediante, y luego de una postergación de dos años, este año habrá dos encuentros en San Luis: uno, Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries, los días 8, 9 y 10 de octubre; el otro, Nacional y de Mujeres, el 19, 20 y 21 de noviembre.
Plurinacional y con las disidencias
“¡Plurinacional y con las disidencias!”. El canto se escuchó con fuerza en el acto de cierre del ENM de La Plata, pero no fue oído por la Comisión Organizadora, que le pasó la posta a San Luis sin incorporar a la agenda el cambio de nombre.
“Hay algunos sectores que entendieron que todavía no estaba cerrado el tema del nombre, y otres encuentreres y encuentreras que entendimos que sí, porque así lo veníamos solicitando, demandando, desde varios encuentros atrás, hasta el último de La Plata. También lo veníamos solicitando en las conclusiones de los talleres, en cada una de las actividades que dentro del Encuentro se realizan”, dijo a La Cazadora Noelia Aguilar Moriena, vocera del 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries, que se realizará en octubre en territorio Huarque, Comechingón y Ranquel.
“Sobre esa base, esta Comisión Organizadora del 35° Encuentro Plurinacional, en la primera asamblea realizada a fines de octubre de 2019, recién llegadas de La Plata, de manera mayoritaria acordamos en avanzar con el cambio de nombre, porque entendíamos que, a esta altura del partido, ya no podíamos seguir sin nombrarnos”, detalló la vocera.
De acuerdo con Aguilar Moriena, en las dos primeras asambleas que se realizaron participaron tanto las integrantes de la comisión organizadora del Encuentro Plurinacional -que decidieron recoger la demanda popular por el cambio de nombre-, como las del sector que decidió conservar el antiguo. “En las primeras dos asambleas estuvimos juntas, juntes. Fueron completamente dedicadas al tema del nombre del Encuentro. La discusión la dimos y hubo un consenso mayoritario de más 200 personas participando ampliamente decidiendo el cambio de nombre. El otro sector no pudo dar la discusión, no pudo argumentar a favor de su postura, que es continuar con el antiguo nombre”, dijo a La Cazadora.
“Luego decidieron continuar ellas su propio recorrido, desconociendo este proceso de las dos primeras asambleas, o queriendo realizar su recorrido con el antiguo nombre. Es por eso que hoy contamos con dos comisiones organizadoras en San Luis: una que está trabajando para el 8, 9 y 10 de octubre, el 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries; y la del Encuentro Nacional de Mujeres, que está trabajando para realizarlo en noviembre. Esta es la situación actual”, contextualizó.
“Desde siempre todas las identidades sexogenéricas, además de las mujeres, han sido parte de los encuentros. Y también las compañeras y compañeres indígenas u originarias”, remarcó la vocera. “Hay un sector que entiende que este reclamo es sólo por la nomenclatura, y que la cuestión no es tan profunda. Otres entendemos que es cierto que hay cuestiones mucho más complejas dentro del sistema capitalista, colonial, patriarcal, que nos oprime día a día. Pero si empezamos desde lo más sencillo, que es nombrarnos, visibilizarnos y que todas y todes estemos incluidas en el nombre del Encuentro, las demás construcciones van a hacer aún más complejas. Entonces, desde allí es que hemos entendido, como comisión organizadora, que estas discusiones ya estaban dadas, ya estaban saldadas. Que si incluso hay Estados-Nación conservadores que sostienen el sistema capitalista y patriarcal, y que han dado pasos de avanzada con respecto a los derechos de la comunidad LGTBIQ+, de las mujeres y de los pueblos indígenas, pues ¿cómo nosotras, nosotres, siendo parte de los encuentros, no vamos a saldar esas deudas?”, enfatizó Aguilar Moriena.
De acuerdo con la vocera, es desde ese lugar que, “de manera dialoguista y entendiendo que es momento de saldar esas discusiones y trabajar en un Encuentro inclusivo para todas y todes, le dimos nombre al Encuentro”.
Además, Aguilar Moriena entiende la nomenclatura como algo no estático: “Seguro que el nombre va a volver a mutar con el tiempo. Que va a ir cambiando. Que las identidades se van a ir resignificando. Que esto no es algo estanco y seguramente con el paso de los años y de los encuentros, ese nombre va a seguir teniendo cambios y transformaciones que son positivas. Desde aquí al menos lo analizamos de esa forma y estamos trabajando para eso, para que los cambios no nos asusten, para trabajar por un encuentro inclusivo, realmente inclusivo para todas y todes”.
Nacional y de Mujeres
La otra mitad de esa primera Comisión Organizadora resolvió seguir adelante con la organización del 35° Encuentro Nacional de Mujeres, conservando el nombre histórico.
Cecilia Betervide, integrante de la subcomisión de Comunicación de la Comisión Organizadora del 35° ENM, hace otro análisis de lo ocurrido en las primeras plenarias, luego de las cuales se fragmentó la organización. “Lo que planteábamos es que un eventual cambio de nombre tenía que ser potestad de todes, no de una comisión organizadora. En La Plata nos pasaron la posta para la organización del 35° Encuentro Nacional de Mujeres. No se decidió el cambio de nombre y no podemos decidirlo nosotras, porque el Encuentro tiene muchísimos años de historia, y no nos corresponde”.
El 16 de julio pasado, y movidas por el pedido de encuentreras y encuentreres de todo el país, las dos comisiones se reunieron en la sede del Inadi de San Luis para acercar posturas e intentar la unidad. Pero no ocurrió.
“Ellas nos convocaron, y nosotras llevamos una propuesta que ya habíamos hecho pública: transitar los dos encuentros en una misma fecha y generar una instancia excepcional para que todas y todes quienes participen decidan sobre el cambio de nombre”, explicó Betervide. “Ante la negativa tajante de la otra comisión de unir los encuentros, decidimos seguir trabajando para noviembre, manteniendo los pilares del Encuentro”, agregó.
Desde el Encuentro Plurinacional dijeron a La Cazadora: “Nuestra propuesta era que hubiera un solo encuentro real. No dos encuentros paralelos en la misma fecha, donde parezcamos partidos de fútbol enfrentadas, enfrentades. El ofrecimiento de esta comisión organizadora fue que trabajemos realmente en la misma comisión organizadora inclusiva, donde todas las diversidades podamos ser nombradas y podamos realmente activar con el nombre, que incluyamos a todas las identidades sexogenéricas como así también a las compañeras indígenas, negras, afrodescendientes. Esa fue la propuesta de esta comisión: que con mucho respeto, cuidado y responsabilidad todas y todes realicemos un Encuentro que no deje afuera a nadie”.
No hubo acuerdo. Este 2022 habrá dos Encuentros en distintas fechas. Qué ocurrirá en los años por venir es algo que habrá que esperar para saber.
