Los incendios provocados que hace varios días ocurren en las islas del Delta del río Paraná, en campos de la provincia de Entre Ríos, y que perjudican directamente a varias localidades de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, llegó a la justicia Federal en la jurisdicción de San Nicolás.
Autoridades municipales de San Pedro se contactaron con la Fiscalía Federal de San Nicolás por el tema, donde les explicaron que las actuaciones judiciales para investigar lo sucedido ya están en marcha, por lo que no será necesario que denuncien pero sí que presenten un escrito para sumar a la causa como elementos de prueba.
El fiscal Matías Di Lello inició las actuaciones por los incendios registrados en las islas ubicadas en el partido de San Pedro, y para avanzar el funcionario judicial quedó a la espera del informe que elaborará el gobierno sampedrino.
A la demanda se sumará el martillero local Alejandro Bennazar como particular damnificado por el fuego, que estuvo cerca de propagarse hacia las instalaciones turísticas que posee frente al riacho.
Bennazar aclaró que parte del fuego llegó hasta una zona que es de su familia. En tanto, su abogado José Benito Aldazabal señaló haber recibido las instrucciones para hacer las presentaciones judiciales.
Los incendios de los pastizales se registraron durante el pasado fin de semana largo frente al riacho y se extendió varios kilómetros desde la isla Barbé río abajo.
Río abajo, el fuego que llegaba a esa zona alcanzó otros territorios isleños que aparecen en el informe planimétrico que encargó el Municipio de San Pedro en 2011 y que corresponden a terrenos aluvionales formados producto de la sedimentación provocada por la apertura del canal Don Pablo, que la municipalidad reclamó como propias ante Provincia.
Parte de esos terrenos aluvionales están en posesión de la familia Bennazar, cuya cara visible es Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina.
La empresa Forestadora del Delta ocupa parte de la zona de la isla Barbé y en varias oportunidades fue denunciada por daños al medio ambiente por la construcción de diques y terraplenes. Si bien se llegó a instancias judiciales, y previamente fuera intimada por el municipio, los trabajos nunca fueron paralizados.
En diálogo con el medio local La Opinión, Bennazar relató el difícil momento que vivió ante el avance de las llamas. “Es un tema bastante preocupante, porque venía avanzando el fuego y afectó algo tan bonito como era la parte agreste de la isla, pajonales, la vida silvestre, el ecosistema, la verdad que esto produce una impotencia terrible”.
El martillero agregó que “veía que el fuego se iba hacia uno de los quinchos, fueron dos o tres días, estábamos muy preocupados. Fue un desastre, se venía hacia donde están las instalaciones, volaban chispas, pajas con fuego, una locura”, y advirtió por el daño que el incendio provocó en esos territorios. “Nidos de pájaros dañados, de todo. Son 3 o 4 kilómetros que se quemaron; son muchísimas hectáreas”.
“Era disfrutar de esa maravilla de la naturaleza, donde había pastizales de dos metros y pico de altura. Nosotros no permitíamos la caza, turísticamente era un ecoparque”, sostuvo Bennazar y agregó: “Tanto que habíamos cuidado eso, es una picardía lo que sucedió. Esto no puede quedar así es una amargura total, estamos presentando la documentación en estos días ante la Fiscalía”.
