El centro de distribución que posee Sancor en Tucumán cerrará sus puertas y 43 personas se quedarán sin empleo en las próximas horas. Así lo confirmó el secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atirla), Eduardo Isla.
La empresa propuso al total de sus empleados pagarle el 50% de la indemnización en 12 cuotas. La situación de los trabajadores es realmente complicada: hace un tiempo que vienen cobrando los sueldos en cuotas y ahora les adeudan el mes de septiembre, el pago del aguinaldo y no tienen obra social ni aportes jubilatorios.
Con respecto a la determinación de la empresa, Isla señaló: «Es una decisión que ya se venía gestando y que finalmente se concretó. La empresa nos comunicó que la medida sería irreversible porque la cantidad de mercadería que viene a este centro logístico es muy poca. Entonces nos dijeron que no justifican que permanezca abierto el lugar».
«Por el momento los trabajadores están realizando medidas de fuerza, bloqueando la entrada, ya que tampoco han llegado a un acuerdo con la empresa acerca de las indemnizaciones o de una supuesta continuidad laboral», detalló el delegado.
Luego, agregó: «es lamentable la situación que vive el país, y por supuesto lo que se vive en Tucumán. Duele porque esta gente que quedará desvinculada le va a resultar muy difícil que se vuelva a insertar en algún trabajo, ya que son personas mayores. Imaginate, si no hay lugar para jóvenes, ¿cómo van a poder conseguir trabajo ellos? Ya en agosto, septiembre y octubre llegaron a cobrar menos del 20% de todo lo que les corresponde en sus haberes y ahora pasa esto».
Isla explicó que esta situación no sólo ocurre en Tucumán, sino que viene pasando en otros centros de distribución del país. Meses atrás, la compañía láctea cerró su planta en la localidad bonaerense de Arenaza, partido de Lincoln, y con el consecuente despido de sus trabajadores, quienes producían el queso para untar de la marca. «Hoy le toca a Tucumán, mañana no sabemos a qué lugar. Es lamentable para estos 43 trabajadores», cerró el secretario de Atirla.
Sancor atraviesa una dura crisis por los problemas financieros internos, la merma del consumo de leche que cayó a los niveles más bajos desde el 2001 y la imposibilidad de tomar préstamos. Por la gravedad de la situación, debió cerrar fábricas como la que tenía en Neuquén.
Hoy la empresa tiene bajo su órbita seis plantas, pero desde el sector aseguran que algunas están a la venta, aunque de momento no encuentran un comprador seguro.
Anteriormente, Sancor vendió otras unidades productivas: la planta de Centeno pasó a manos de La Tarantella; Brinkmann fue vendida a Alaisa; Charlone pasó a San Gotardo; coronel Moldes fue cedida a la Cooperativa de tamberos Huanchilla; Porteña pasó a Arla, y Adecoagro se quedó con las de Chivilcoy y Morteros.