A una semana de la firma del acuerdo de salvataje para Sancor, la provincia de Santa Fe sigue esperando que la Nación cumpla su parte y envíe los recursos prometidos. Para el gobernador Miguel Lifschitz se trata de algo vital. “Es como una transfusión de sangre para un enfermo terminal”, graficó ayer el mandatario.
A través de un convenio, firmado la semana pasada, el gobierno nacional se había comprometido a enviar 450 millones de pesos para paliar la situación de los tamberos afectados por las inclemencias climáticas y por la crisis económica de la cadena láctea. Esos recursos son clave para empezar a destrabar el conflicto de Sancor, la mayor cooperativa del país.
“Sancor no puede esperar para recibir el dinero del gobierno nacional, porque si no lo recibe, va a estar en una suerte de colapso. Es como una transfusión de sangre para un enfermo terminal”, señaló ayer el gobernador Lifschitz en diálogo con Radiofónica.
“Estamos esperando que llegue esa plata. Se trata de 400 millones de pesos para 1.300 tamberos, muchos de ellos ligados a Sancor. Nosotros entregamos 150 millones, pero aún así esperamos el dinero del gobierno nacional para poder completar la ayuda”, agregó el gobernador santafesino.
“Sancor no puede esperar más porque va a entrar en una suerte de colapso”, agregó el mandatario provincial. “Sancor no es una empresa más en crisis, sino que es parte de la historia de la provincia”, agregó.
En ese sentido, el mandatario socialista recordó que la firma involucra a 4.500 trabajadores directos y más de 22.000 trabajadores de manera indirecta.
Para el ministro Contigiani, hay “un problema estructural”
El ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, negó que los gerentes de la cooperativa Sancor ganen 400 mil pesos, como había deslizado Ricardo Buryaile, y aclaró que el salario más alto es 140 mil pesos. El funcionario provincial también resaltó que “la lechería argentina le debe muchísimo” a Sancor.
En declaraciones a LT10, criticó la mirada del gobierno nacional sobre el conflicto en Sancor: “El mundo maneja la lechería en entornos cooperativos y la Argentina está penando en un camino inverso. Hay sectores que tienen una mirada privatista, pero yo no comparto el desprestigio de la administración de la cooperativa”.
Contigiani afirmó que “la lechería tiene un problema estructural de más de tres décadas” y en ese marco recordó las gestiones infructuosas del gobierno provincial ante la Nación: “A mediados del año pasado, fuimos con el gobernador Lifschitz y le llevamos al ministro (Ricardo) Buryaile una propuesta de salvataje para toda la lechería.
Esta propuesta había nacido del diálogo con todos los productores. Para salir de la crisis cíclica que tiene la lechería, le propusimos generar un fideicomiso entre Nación y provincia, para brindarle un crédito muy importante para todos los tamberos del país”.
“La idea era darle un crédito blando de 10.000 pesos por vaca lechera, para todos los tamberos. Este dinero era para obras de infraestructura en los tambos y mejoras en genética”, señaló Contigiani.