El fiscal federal N°2 de Santa Fe, Walter Rodríguez, dio por cerrada la investigación sobre la desaparición de Natalia Acosta, la joven que fue vista por última vez el 29 de mayo de 2009 en la esquina de Suipacha y 25 de Mayo, en el centro de la ciudad de Santa Fe, donde ejercía la prostitución. La pesquisa se orientó hacia la hipótesis de que la joven había sido secuestrada por una red de trata de personas. El único imputado en la causa, Osvaldo Cerri, murió en 2019 mientras cumplía prisión preventiva en la cárcel de Las Flores. Rodríguez pidió el archivo del expediente y sugirió resarcir a los familiares de Natalia.
El fiscal Rodríguez presentó este martes ante el juez Marcelo Bailaque un escrito a través del cual pide el archivo “provisorio” y le sugiere al magistrado que disponga un resarcimiento a las víctimas indirectas, es decir los familiares de la joven desaparecida en Santa Fe.
La principal hipótesis que siguió el fiscal federal cuando se hizo cargo de la causa fue que la mujer desapareció al ser captada e introducida a una red de trata de personas. En 2018 la Jsuticia imputó a Osvaldo Cerri por ese delito. Cerri murió un año después, el 15 de abril del 2019, por un paro cardiorrespiratorio, mientras cumplía prisión preventiva en la cárcel de Las Flores. Tenía 58 años.
A Cerri se lo procesó y acusó de haber sido quien captó a Acosta para introducirla en una red de trata. Ahora, el fiscal Rodríguez le pidió al juez Bailaque que se declare la extinción de la acción penal que pesaba contra el único procesado que tuvo el caso.
Tras la muerte del imputado, la causa continuó abierta en la Fiscalía y se llevaron a cabo nuevas medidas investigativas, pero ninguna logró dar con el paradero de la joven desaparecida. Tampoco sobre nuevas personas implicadas. No obstante, el archivo provisorio dispuesto por el fiscal Rodríguez no implicaría que en un futuro surja una nueva pista que permita develar qué sucedió con Natalia Acosta en 2009 y así la investigación vuelva a ser abierta, informó el portal Aire de Santa Fe.
El escrito presentado por el fiscal también puso el foco en el perfil que adoptó la investigación cuando se tramitó, en su inicio, en el Juzgado de Instrucción Quinta, a cargo del ex juez Darío Sánchez. “Durante las primeras intervenciones se advierte la ausencia de un diseño de búsqueda de elementos probatorios para llevar adelante una pesquisa eficaz y acorde a las circunstancias del caso”, calificó Rodríguez.
De hecho, el funcionario judicial criticó la forma de actuar del entonces juez Sánchez días después de que la familia de Acosta denunciaba la desaparición y aportaba datos sobre el posible paradero. Según el fiscal, “prevaleció una total indiferencia”.
Por el caso, aún persiste de todas formas un ofrecimiento de medio millón de pesos de parte del Ministerio de Seguridad de la Nación para quien aporte datos sobre el paradero de la mujer desaparecida.
Natalia Acosta fue vista por última vez en la madrugada del 29 de mayo del 2009 en la esquina de 25 de Mayo y Suipacha, de la ciudad de Santa Fe, donde ejercía la prostitución. Para los investigadores, Cerri fue cliente de la chica y el día que desapareció ambos habrían estado juntos.
Esa hipótesis surgió a raíz de que las antenas de teléfono que manejaba Cerri se posicionaron en la zona en donde se encontraba Acosta por lo general. En tanto, una testigo que declaró a lo largo de pesquisa que la última vez que vio a Acosta fue cuando se iba con Cerri a bordo de un automóvil.
A eso suma, además, que Cerri era habitué del bar nocturno Místico, que funcionaba en la Peatonal santafesina y en donde se cree que invitó a Acosta en reiteradas oportunidades para ejercer la prostitución.