Un policía de 38 años, identificado como Edgardo Raúl Rojas, fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional por haber cometido delitos en un contexto de violencia de género que ejercía contra una mujer con la que mantuvo una relación de pareja.
De acuerdo con lo dispuesto, el condenado deberá cumplir reglas de conducta hasta 2026, entre las que está la prohibición de tener y portar armas de fuego.
La sentencia fue resuelta por el juez Martín Torres en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos desarrollado en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
La fiscal que realizó la investigación es Milagros Parodi se desempeña en la Unidad Fiscal Especial de Violencias de Género, Familiar y Sexual (Gefas) de la Fiscalía Regional 1.
Parodi destacó que “antes de que Rojas ingresara a la sala de audiencias, la víctima fue escuchada por el magistrado”, e informó que “la mujer expresó su conformidad con la pena y las normas de conducta impuestas”.
La fiscal indicó que “investigamos tres hechos delictivos”, y detalló que “dos fueron cometidos durante la madrugada del lunes 21 de septiembre de 2020 y el otro, el jueves 19 de octubre de este año a la noche”.
En cuanto a los primeros ilícitos, Parodi afirmó que “Rojas golpeó a su pareja en diferentes partes del cuerpo mientras estaban en una vivienda ubicada en Domingo Silva al 4.000 de la capital provincial”.
También relató que “minutos más tarde, con la pistola calibre 9 milímetros que le proveyó la policía provincial, el condenado amenazó de muerte a la misma mujer, a una hermana de ella y a un hermano de él”.
“Rojas les mostró el arma de fuego a las víctimas, les dijo que les iba a «volar la cabeza» a los tres y efectuó un disparo que no impactó en nadie”, afirmó Parodi. “En el marco de la situación violenta, apuntó la pistola a corta distancia de su cuñada”, expuso.
Por otro lado, la representante del MPA sostuvo que “el mes pasado, cuando la relación de pareja ya había finalizado, el condenado amedrentó por teléfono a la mujer a la que agredió en 2020”. Según precisó, le dijo que “el pequeño hijo de ambos se había lastimado y que, si ella no acudía de inmediato a la casa en la estaban, el niño no recibiría atención médica”.
“Es claro que las conductas delictivas se enmarcaron en un contexto de violencia de género en el que Rojas se esforzó por impedir el libre desarrollo de los actos de quien fue su pareja”, aseguró Parodi. “Mantenían un vínculo caracterizado por el ejercicio desigual de poder, lo cual afectaba diversos ámbitos de la vida de la víctima”, concluyó.
Rojas reconoció su responsabilidad penal como autor de lesiones leves dolosas calificadas (por el vínculo y por el contexto de violencia de género), amenazas calificadas (por el uso de arma) y amenazas coactivas.
En tanto, la Defensa aceptó la atribución delictiva, la pena y la modalidad elegida para llevar adelante del juicio.
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