La sala B de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario confirmó los procesamientos de Marcelo Lepwalts, el ex jefe de la Delegación de la Policía Federal en la ciudad de Santa Fe, tres de sus subalternos y un sindicado narco. Los integrantes de la fuerza federal están acusados de entregar un teléfono y reducir la droga incautada a este civil santafesino, quien también está encausado en este expediente por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y cohecho. Además, los camaristas resolvieron que todos quedaran en prisión preventiva. Lepwalts fue el jefe de la Federal en la capital provincial hasta el 8 de mayo pasado, cuando fue detenido por esta causa; en su reemplazo fue designado el comisario Mariano Valdés, quien también quedó en disponibilidad y en prisión luego de una oscura balacera donde fue herido. Por estos días la Cámara también analiza si el expediente del caso Valdés lo llevará la Justicia federal o quedará en el fuero provincial, donde se inició la pesquisa.
El fiscal general Marcelo Palacín estuvo a cargo de las réplicas a los pedidos de las defensas para que quedaran sin efecto los cinco procesamientos y las solicitudes de las correspondientes excarcelaciones. En su argumentación, el jefe de los fiscales federales hizo un pormenorizado análisis de la investigación que lleva adelante el titular de la Fiscalía Federal 2 de la ciudad de Santa Fe, Walter Rodríguez, donde explicó que el 4 de abril pasado personal de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal estaba en un control vehicular en la ruta 70, a la altura de Empalme San Carlos de la localidad de Colonia Pujol.
En un momento, intentaron detener la marcha de una camioneta Nissan Frontier, cuyo conductor se dio a la fuga. La fuerza federal lo persiguió e interceptó al conductor a la altura del peaje que está en el ingreso a la ciudad de Esperanza.
El chofer fue identificado como Guillermo Alberto “Lucho” Kernc, a quien producto de la requisa –según la pesquisa de Rodríguez– le secuestraron dos teléfonos celulares, 3.000 pesos, 7 envoltorios de náilon celeste y cuatro tubos eppendorf con unos 81 gramos de cocaína.
En ese momento, Kernc ya era investigado por esa fuerza en relación con supuestas actividades de tráfico de estupefacientes. Palacín remarcó que los uniformados fueron apartados de dicha pesquisa el 18 de junio de 2018 y sostuvo que ya conocían a este hombre.
Al día siguiente de que Kernc quedara detenido, éste llamó a un número que fue identificado como el de su madre. La conversación fue con otro hombre –de identidad desconocida– en la que le informó: “Me robaron y me llevaron los celulares, me llevaron todo”.
Sin embargo, la madre de Kernc llamó a su nuera para avisarle: “Lo agarraron con mucho, pero fraccionado, en 10, en 20, después los capuchones». Esta escucha se sumó a la que tuvo Kernc con su pareja, donde le contó que tenía la intención de rescatar uno de los teléfonos, al que se refirió como el chiquito, porque “tenía cosas”.
“Ya hablé, conozco a uno ahí, viste, siempre yo tengo algún conocido y bueno, ahí me está acomodando un poco las cosas, pero me van a cobrar una plata. Tengo que esperar hasta el lunes”, dijo el hombre para contarle a su madre que eran cuatro o cinco los policías con los que había arreglado para que le devolvieran el teléfono.
El fiscal general agregó que en estas conversaciones que se dieron entre el 5 y el 8 de abril también le dijo que le ofrecieron que si les pagaba en forma mensual podría trabajar tranquilo en la calle con la protección que ellos le brindarían.
Fue con base en esta sospecha de connivencia entre los uniformados y Kernc que el fiscal Rodríguez solicitó los allanamientos el 8 de mayo pasado. En una casa y un departamento de este hombre hallaron envoltorios con 261 gramos de cocaína, una pistola 9 milímetros, 685.000 pesos, 1.800 dólares y un celular Samsung, entre otros elementos.
Las bochitas en el baño y la plata en el despacho
En los operativos que realizaron en las viviendas de Lepwalts y de sus subordinados Cristian Bogetti, Carlos Gómez Navarro y Michael Arbildo se incautaron celulares, dinero en efectivo (dólares estadounidenses y reales), tarjetas SIM y una CPU y en el allanamiento de la dependencia de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal secuestraron, en el baño individual de la oficina, una bolsa de consorcio con un envoltorio de cartón con inscripción «Mostaza» y los siguientes elementos: un guante de látex con un trozo de tela de color verde con vestigios de marihuana, un trozo de tela color rojo envuelto en cinta adhesiva blanca con marihuana con un peso de 2,42 gramos junto con 88 envoltorios que hicieron casi 50 gramos de cocaína. También, los investigadores se incautaron de 42 mil pesos –hallados en el interior del despacho de Lepwalts– y diversa documentación considerada de interés, enumeró el fiscal general.
En tanto, para la acusación la conversaciones dejaron en evidencia que hubo fuertes indicios de que, al momento de su detención, Kernc tenía en su poder mayor cantidad de droga de la que se puso a disposición del Juzgado, agregó la acusación.
Apelación de la defensas
Tras el procesamiento, las defensas de los cuatro policías –el abogado Rubén Danilo Kilibarda por Gómez Navarro, el penalista Claudio Torres del Sel por Bogetti y Arbildo, y el defensor oficial Fernando Sánchez por Lepwalts– presentaron las apelaciones: argumentaron en su mayoría que la acusación estuvo sostenida en meras conjeturas que carecen de sustento probatorio debido a que se basaron en conversaciones donde los interlocutores tampoco estaban identificados. Además, indicaron que no estuvo acreditado el encubrimiento.
Con respecto a los policías, los penalistas rechazaron la acusación de tenencia simple debido a que las bochitas halladas en el baño de la sede podrían haber sido de cualquiera de los empleados del lugar. En particular, las defensas de Lepwalts y Bogetti cuestionaron el falso testimonio, ya que como jefes de la delegación sólo entrevistaron a Gómez Navarro y Arbildo sobre el procedimiento ocurrido el 4 de abril que terminó con la detención de Kernc.
Confirmación y procesamientos
Tras analizar los argumentos de las partes, los camaristas federales rosarinos Aníbal Pineda y Élida Vidal rechazaron los recursos de apelación y confirmaron parcialmente el fallo del 30 de mayo pasado del juez federal Francisco Miño, mientras que sostuvieron las prisiones preventivas.
En ese marco, Kernc quedó procesado como presunto autor de los delitos de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, cohecho y tenencia de arma de guerra mientras que Lepwalts, Bogetti, Arbildo y Gómez Navarro fueron encausados como coautores de los delitos de falsedad ideológica de documento público, sustracción de elementos probatorios, encubrimiento por alteración y desaparición de rastros del delito, agravado por tratarse de un delito especialmente grave, actuar con ánimo de lucro y mediante intervención de funcionarios públicos, incumplimiento de deberes de funcionario público y tenencia simple de estupefacientes.
En tanto, los camaristas dictaron la falta de mérito por el delito de falso testimonio sólo para Lepwalts y Bogetti.
Procesan a cuatro policías federales por favorecer a un narco en Santa Fe