El gobierno provincial construirá un muro de casi dos kilómetros de largo y 5,65 metros de alto y colocará 150 reflectores LED en la Unidad Penitenciaria 11 de la localidad de Piñero, de la que el domingo 27 de junio pasado se evadieron ocho reclusos, entre ellos un capo narco que nunca pudo ser recapturado.
La obra, anunciada este viernes al mediodía, será licitada el miércoles 22 de septiembre próximo a las 11 en el penal cuenta con un presupuesto oficial de 191.842.542, mientras se estima que su ejecución demandará unos 120 días.
La construcción del muro es la respuesta oficial a la espectacular fuga a los tiros cometida el domingo 27 de junio alrededor de las 17 cuando tres personas ingresaron armadas desde el exterior a la cárcel de Piñero tras cortar un alambrado perimetral con una amoladora.
El ataque externo, que dejó como saldo a un joven que estaba cortando el cerco muerto de un tiro, permitió la evasión de ocho internos del penal, entre ellos el presunto narco y condenado a 25 años de cárcel por dos homicidios, Claudio “Morocho” Mansilla.
Mansilla es la única de las ocho personas que se fugaron que aún permanece prófuga, dijeron fuentes judiciales, y recordaron que existe un pedido de captura nacional e internacional.
Según los fiscales Matías Edery y Franco Carbone, que investigan el hecho, la fuga fue planificada por Sergio Cañete (35), un ladrón de bancos condenado a 19 años, que de destacaba en sus robos por usar “muñecos, pelucas y personas que se hacían pasar por paralíticos”.
El 18 de mayo se había producido otra fuga de la misma prisión, ubicada en el kilómetro 13.5 de la ruta 14 a la altura de la localidad de Piñero, distante a 25 kilómetros al oeste de Rosario.
En esa oportunidad, los presos Hugo Peralta (condenado por robo calificado) y Carlos D’Angelo (por homicidio) escaparon en los carritos que utilizan las visitas para llevarles productos a los detenidos, tapados con cartones.
Los internos contaron para eso con la ayuda de la pareja de uno de ellos y de una mujer que ingresó al penal con una identidad falsa, mientras que el Servicio Penitenciario descubrió su ausencia recién a la noche cuando hizo el recuento de reclusos.
Tras las dos fugas en poco más de 30 días, el gobierno santafesino se comprometió a mejorar las condiciones de seguridad de la UP11, construida originalmente para una población menor a la que posee y para condenados por delitos menores.
Allí están detenidos varios miembros de la banda Los Monos y también integrantes de la organización criminal enfrentada, liderada por Esteban Lindor Alvarado.
Según se informó este viernes, la obra que se licitará busca brindarle mayor nivel de protección al penal, “comprenderá la iluminación del perímetro, sumando 150 reflectores LED y la construcción de un muro que tendrá 1.770 metros de largo y 5.65 metros de altura”, que se levantará con “elementos premoldeados de hormigón armado”.