La crítica situación del sector lechero por la falta de rentabilidad se cobró unos 500 tambos entre 2016 y 2017 en la provincia de Santa Fe. A fines de noviembre pasado, el presidente Mauricio Macri recibió a los productores pero la respuesta del mandatario a los tamberos los dejó sin margen de maniobra. “Bajen los costos”, les dijo el presidente como si fueran los mismos productores los que definen las tarifas eléctricas o el precio de los combustibles.
El presidente de la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe, Marcelo Aimaro, explicó a El Ciudadano que el productor recibe actualmente 5,70 pesos por litro de leche (6,80 pesos es el precio final con IVA). Para que la actividad sea rentable, deberían percibir 7 pesos por litro sin IVA; teniendo en cuenta que el precio de góndola se está acercando a los 30 pesos.
Según Aimaro, los costos de producción subieron un 50% en 2017. “Sólo pueden pelearla los que tienen campo propio, pero la mitad de la leche de la Argentina se produce sobre campo alquilado. Los tamberos se están descapitalizando y la inversión es nula”, manifestó el dirigente lechero.
Además de la suba de los costos, los tamberos tienen que afrontar la caída del mercado interno, producto de la baja del poder adquisitivo de los asalariados. “Lo que sostuvo a la lechería históricamente fue el mercado interno y ahora está muy golpeado. El 80% de la leche que se produce se vende en el país y un 20% se exporta”, informó el líder tambero.
En las garras del mercado
La reunión que el 25 de noviembre pasado tuvieron los productores con Macri terminó por decepcionarlos. “Si bien es muy importante que nos haya recibido el presidente, no vimos intención de implementar una política lechera. Sólo nos pidió que bajemos los costos y que seamos competitivos, como si fuéramos nosotros los que definimos cuánto vale el combustible, la energía, los impuestos o los alimentos”, se quejó Aimaro.
El referente tambero contó que el principal pedido que le hicieron al mandatario fue “que se abra la cadena para saber dónde están las distorsiones”, teniendo en cuenta la enorme diferencia entre el precio de tranquera y el de góndola. “Nos contestó que no van a intervenir ni poner ningún tipo de reglas”, expresó decepcionado el dirigente de Gálvez. Y agregó: “Si hoy entrego la leche, no sé cuándo voy a cobrar ni a qué precio me la van a pagar. No hay reglas”.
Ayuda en cuentagotas
Las inundaciones de principios de año causaron estragos en la cuenca lechera.
El gobierno nacional, a través del entonces ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaille, prometió 250 millones de pesos para asistir a los tamberos.
“Sólo llegaron 50 millones que pudimos destrabar en la reunión con Macri”, contó Aimaro. Y aclaró que el gobierno provincial sí se hizo cargo de los 150 millones prometidos en ese momento.