Un estudio privado reveló que la provincia de Santa Fe es más competitiva que Córdoba y Buenos Aires debido a su menor presión fiscal: en Santa Fe representa el 5,6% del Producto Bruto Geográfico (PBG), mientras que en la provincia de Buenos Aires es del 8,9% del PBG y en Córdoba del 10%.
De acuerdo a un estudio del Observatorio de Finanzas Públicas del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (Cippes), de las provincias de la región pampeana Santa Fe es la que menos aumentó sus cargas tributarias en los últimos años. Ese rasgo la convierte en un territorio más competitivo para la actividad privada.
“En los últimos años, en la Argentina, el nivel de presión fiscal de todos los niveles de gobierno se ha elevado en general”, indicó el informe del Cippes. “Sin embargo, el aumento en la presión fiscal no ha sido igual en todas las provincias, generando asimetrías y, en consecuencia, brechas de competitividad entre ellas”, agregó.
Según el último dato disponible, del año 2017, la presión fiscal de la provincia de Santa Fe fue del 5,6% del PBG. De acuerdo con este indicador, el conjunto de las cargas tributarias en Santa Fe es 43% más bajo que en Córdoba y 36% más bajo que en Buenos Aires. Mientras Córdoba y Buenos Aires recaudan 10 y 8,9 pesos –respectivamente– por cada 100 pesos que producen sus economías, Santa Fe recauda sólo 5,6 por cada 100 pesos que se producen en la provincia.
Otro indicador del estudio del Cippes demuestra que la recaudación real per cápita es menor en Santa Fe que en las otras provincias de la región: durante 2017 nuestra provincia recaudó 12.475 pesos por habitante, un 15% menos que Córdoba (14.742 pesos per cápita) y un 6% menos que Buenos Aires (13.209 pesos per cápita).
La evolución desde 2005
En 2005 la presión fiscal de Santa Fe fue del 4% del PBG y se mantuvo en valores similares hasta 2011, cuando subió al 4,2%. A partir de entonces se incrementó hasta alcanzar el 5,6% del PBG en 2017. Es decir, en la última década la presión fiscal en la provincia de Santa Fe se incrementó un 40% (1,6 puntos porcentuales del PBG).
En el mismo período, en la provincia de Córdoba, la presión fiscal se elevó desde el 4,3% del PBG (2005) al 10% del PBG (2017): un incremento del 131%, lo cual implica que en Córdoba la presión fiscal en la última década se incrementó por encima de su duplicación. Tan notorio resultó el aumento de las cargas tributarias que los propios cordobeses lo bautizaron como “Costo Córdoba”.
Los datos de la provincia de Buenos Aires se consideraron desde el año 2009. En ese año la presión fiscal era del 6,1% del PBG y se elevó al 8,9% en 2017, mientras que en Santa Fe entre el año 2009 y 2017 la presión fiscal se elevó del 3,7% al 5,6%.
“La evolución de la presión fiscal en las tres provincias analizadas muestra que la presión fiscal de Santa Fe no sólo es actualmente más baja que en las provincias vecinas, sino que a lo largo de la última década se ha mantenido en valores más bajos, incrementándose menos que en Córdoba y Buenos Aires”, destaca el estudio del Cippes.
Competitividad y poder adquisitivo
El objetivo de la investigación del Cippes fue realizar un análisis comparativo de la presión fiscal provincial entre Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, los principales centros productivos del país que cuentan con estructuras productivas parecidas. El estudio pudo constatar que Santa Fe presenta la menor presión fiscal de los tres distritos.
La “presión fiscal” es el peso que representa para el sector privado (empresas, instituciones y ciudadanos) el financiamiento del Estado a través del pago de impuestos. Ese peso puede resumirse en dos impactos: mayor costo de producción para las empresas y, para las familias, una mayor porción de sus ingresos destinado al pago de impuestos.
El mayor costo de producción para las empresas se traduce en menores márgenes de rentabilidad o mayores precios de los bienes o servicios que produzcan, lo que afecta su competitividad. Para los habitantes en general, se traduce directamente en la pérdida de su poder adquisitivo, tanto por los mayores desembolsos destinados al pago directo de impuestos como a los mayores precios de los productos y servicios que consumen en sus territorios.
“La menor presión fiscal en Santa Fe significa que las empresas santafesinas corren con mayores ventajas respecto a las empresas radicadas en Córdoba o Buenos Aires. A su vez, las familias santafesinas se encuentran, en relación a la presión fiscal que soportan, en mejores condiciones que quienes viven en Córdoba o Buenos Aires. Esta situación es una clara ventaja ante la situación económica actual del país, donde aumenta la inflación y la recesión”, concluyó el informe.