Las paritarias del sector público santafesino comenzarán en los primeros días de febrero y el gobierno provincial volverá a proponer, como ocurrió en los últimos dos años, la aplicación de la “cláusula gatillo” para que los salarios no pierdan contra la inflación.
Lo confirmó este martes la ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué, responsable de llevar adelante la negociación con los gremios docentes Amsafé, Sadop, UDA y Amet.
La funcionaria se manifestó expectante de llegar a un acuerdo salarial con los docentes para evitar medidas de fuerza que afecten el comienzo de las clases: “Haremos una fuerte apuesta para que inicie con normalidad el ciclo lectivo”, previsto para el 6 de marzo.
Como primera medida, la ministra de Educación adelantó que las paritarias del sector docente arrancarán en “los primeros días de febrero”. Lo mismo ocurrirá con las negociaciones entre el gobierno provincial y los gremios de la administración central ATE y UPCN.
En declaraciones al canal CyD, Balagué se refirió a los inconvenientes económicos que atraviesa el país y que incidirán en las negociaciones: “Estamos en una situación difícil; como toda paritaria, llevará su tiempo de debate y habrá tensiones”.
No obstante, Balagué destacó que en la provincia la aplicación de la cláusula gatillo es una herramienta que ayudará a destrabar eventuales conflictos: “En Santa Fe hemos tenido un año relativamente normal porque instauramos una cláusula de ajuste, conocida como gatillo. Ha permitido que el poder adquisitivo de los docentes y de los trabajadores estatales en general haya sido garantizado durante todo el año”.
En esa línea, la funcionaria anticipó que en las paritarias 2019 desde el Ejecutivo volverán a proponer la herramienta: “Nos parece interesante, ha dado resultados. No hemos tenido paros y las clases se garantizaron. Es casi el único caso que se ha dado, por eso estamos en mejores condiciones que muchas otras provincias que, sin dudas, han perdido por el proceso inflacionario”.
Gatillo contra inflación
En 2017 y 2018, la decisión del gobierno provincial de aplicar la cláusula por la cual los salarios se actualizan de acuerdo al índice de inflación permitió destrabar los conflictos gremiales que se registraron en los primeros meses de cada año.
En 2017 –la primera vez que se usó la herramienta– la inflación anual medida por el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) fue del 26,1% y el aumento salarial para docentes y estatales había sido del 25% escalonado. De ese modo, en febrero de 2018 los trabajadores percibieron un incremento del 1,1% correspondiente a la cláusula gatillo.
En 2018 se replicó el esquema y resultó decisivo ante la disparada inflacionaria. El gobierno nacional había estimado un incremento de precios del 12 al 17% anual; de entrada, en los primeros meses del año, la espiral inflacionaria echó por tierra esas previsiones.
En las paritarias del sector público, el año pasado, el gobierno santafesino y los gremios acordaron un aumento salarial del 18% en dos tramos (marzo y agosto) con cláusula gatillo. La novedad fue que se aplicó a medida que la inflación superaba el porcentaje de aumento y no a fin de año, como ocurrió en 2017.
Así, en 2018 la cláusula gatillo se “disparó” en mayo cuando el Ipec informó una inflación acumulada del 12,8%. En julio del año pasado, estatales y docentes percibieron el 3,8% correspondiente a la diferencia entre la inflación y el primer tramo del aumento.
Lo mismo ocurrió después de agosto, cuando se completó el segundo tramo del incremento salarial. Aun resta conocer el índice de inflación de diciembre que permitirá cerrar –en los primeros días de febrero– el acuerdo paritario de 2018. Hasta noviembre, la inflación acumulada en Santa Fe, según el Ipec, fue del 45,5%: muy lejos del 18% de aumento salarial.