Santa Fe es una de las provincias que más aumentaron la presión tributaria sobre la industria manufacturera en los últimos cinco años. La jurisdicción gobernada por el socialismo se sumó a otros estados subnacionales y municipios que yuxtapusieron tributos y elevaron al máximo la carga impositiva a ese sector.
“En gran parte de las provincias y municipios argentinos, los incrementos tributarios se han acentuado desde mediados del 2008, como resultado de las ya conocidas dificultades financieras que están enfrentando estos niveles de gobierno”, indicó en un reciente informe el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
El documento del Iaraf se realizó sobre la base de datos de las cinco provincias más grandes (Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe) y una muestra de nueve ciudades: La Plata, Villa Carlos Paz, Mar del Plata, Florencio Varela, Rosario, Córdoba, San Francisco, Villa María y Avellaneda.
Una de las medidas que más afectaron a la industria fue la eliminación por parte de la mayoría de las provincias de la exención al impuesto a los Ingresos Brutos: las grandes empresas comenzaron a estar gravadas. Además, hubo incrementos de alícuotas de relevancia. El ámbito municipal aportó lo suyo: numerosas ciudades han encarecido las alícuotas de la Tasa de Comercio e Industria.
El Iaraf precisó que en el ámbito provincial sólo una industria pequeña que facture 10 millones de pesos continúa exenta, salvo en la provincia de Mendoza que las grava con una alícuota del 1,5 por ciento. Una industria mediana, de 50 millones de pesos de facturación, sólo mantiene su exención en la provincia de Santa Fe, porque el resto de las jurisdicciones la grava con alícuotas que van desde un 0,50 por ciento en Buenos Aires hasta un 1,5 por ciento en Mendoza. En el caso de las grandes industrias con facturación de 100 millones de pesos anuales, se encuentran gravadas en las cinco provincias con tasas que parten de un 0,5 por ciento en Santa Fe hasta un 2 por ciento en Mendoza.
En lo que se refiere a los municipios, el Iaraf detectó que la presión tributaria sobre la industria manufacturera pasó de representar, en promedio, un 0,56 por ciento de las ventas en el año 2002 a llevarse un 0,70 por ciento en el 2013. La cordobesa Villa Carlos Paz y la bonaerense La Plata fueron las ciudades que más aumentaron la carga tributaria al sector, con incrementos acumulados del 80 y 67 por ciento, respectivamente. Rosario no cambió la alícuota entre los años mencionados (es de 0,65 por ciento de las ventas, contra el 1 por ciento en La Plata y 0,90 por ciento en Villa Carlos Paz).
El documento del instituto determinó que, en promedio para las nueve ciudades consideradas, la carga tributaria global sobre la industria aumentó considerablemente entre los años 2002 y 2013. La suba para ese período fue de un 25 por ciento para las empresas pequeñas, de 86 por ciento para las medianas y de un 190 por ciento para las grandes.
Una industria grande enfrenta los mayores niveles de carga tributaria global en las ciudades bonaerenses: un 2,8 por ciento en La Plata y 2,6 por ciento en Florencio Varela y Mar del Plata. En los municipios seleccionados por el Iaraf en las provincias de Córdoba y Santa Fe, la carga global se ubica en valores entre el 1 y el 1,4 por ciento de la facturación.
La superposición de impuestos llevó al Iaraf a reclamar la sanción de un nuevo sistema de federalismo fiscal, que ordene las relaciones entre los distintos niveles de gobierno en Argentina. “Termina generando subas tributarias que repercuten no sólo en la actividad económica, sino sobre toda la sociedad en su conjunto”, finalizó el instituto.