El Gobierno de Santa Fe confía en la idea de que la tercera es la vencida para poder entregar el aceite de cannabis a unos 100 pacientes que sufren convulsiones por la epilepsia refractaria en la provincia. Nación no le había autorizado la importación de 50 kilos de flores de marihuana de Uruguay para hacerlo en el laboratorio estatal santafesino. Después pensaron en cultivarla en un predio con el INTA y el Conicet, pero de nuevo, necesitaban que la Nación les permitiera ingresar las semillas de la planta. El tercer intento germinó hace tres meses en la última reunión del Consejo Federal de Salud en Mendoza al que asistieron funcionarios de todo el país. En ese encuentro la ministra de Salud, Andrea Uboldi, contactó con el director del programa de Cannabis Medicinal nacional, Diego Sarasola y le propuso que Santa Fe traiga litros del aceite “a granel” y lo fraccione en el LIF como parte de la investigación de los efectos medicinales. El proyecto llegará al escritorio de Sarasola a fines de noviembre.
Chances
En diálogo con El Ciudadano, director provincial de Calidad y Evaluación Sanitaria del Ministerio de Salud, Santiago Torales adelantó que entregarán el protocolo de investigación para que la máxima autoridad de medicamentos del país avale el ingreso del aceite. “Nos sorprendió que a Jujuy, una provincia que no tiene ley de cannabis medicinal, les den el visto bueno para plantar y producir, que no fue más que una carta de intención con una empresa de Chile. Sobre todo, cuando en Santa Fe hace años que trabajamos en garantizar la ley de cannabis”, explicó el funcionario.
El aceite, siempre según contaron desde el Gobierno de Santa Fe, será para quienes se inscriban en el proyecto de investigación medicinal nacional y los 44 afiliados de la obra social del Estado santafesino que desde hace un año y medio lo reciben a cambio de dólares. “No hay un registro de usuarios y pacientes de cannabis medicinal en Santa Fe más allá de los que lo reciben por Iapos. Hay un mercado paralelo y muchos usos. Sabemos que hay unas 60 personas con epilepsia que podrían sumarse por las consultas que llegan”, agregó Torales.
Para traer el preparado la provincia ya contactó a ocho empresas de Colombia, Chile, Uruguay, Holanda, Canadá y Estados Unidos que están dispuestas a venderlo. Será parecido al más conocido y el único que entra legalmente al país: el Charlotte´s Web, que tiene alta concentración de cannabidiol, uno de los componentes de la marihuana. Después será el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) el encargado de fraccionarlo.
Poco interés
La Nación gastará menos de mil pesos por día en 2019 para saber el efecto del cannabis en pacientes. Ese es el presupuesto aprobado la semana pasada por los legisladores. Destinarán 360 mil pesos para el desarrollo en estudios e investigaciones del uso medicinal de la planta de cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales. Entre ellos está el que oficializaron la semana pasada: dos centros de investigación en el país, incluido el Hospital Garrahan en Buenos Aires, harán un estudio del preparado con 100 usuarios y usuarias del aceite que sufren de epilepsia refractaria, la única enfermedad que Nación admite como base para autorizar el ingreso del aceite. Durará dos años y la mitad de los pacientes serán de afuera de Buenos Aires. “La demanda en Santa Fe supera la parte que nos pueda tocar. Por eso hicimos el pedido de poder importar en cantidad, fraccionarlo, entregarlo y monitorear a los pacientes”, concluyó Torales.
Experimental
Consultado por la posibilidad de expandir el estudio a otras enfermedades y padecimientos, como está previsto en la ley santafesina de cannabis medicinal, el funcionario fue cauto. “Primero vamos a garantizar esta investigación”, dijo. Tal como publicó El Ciudadano la demanda del aceite no es solo para pacientes de epilepsia refractaria y existe un intercambio y mercado paralelo y, en algunas situaciones solidario, de aceites caseros. Más de 500 fueron probados en dos años en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) para comprobar que ayudaran a los tratamientos de personas de todo el país. Un 20 por ciento no tenían el efecto buscado, según contaron quienes están al frente del proyecto de extensión de la Facultad de Bioquímica y Farmacia que terminará en diciembre.
La falta de acceso al aceite llevó a muchas familias a presentar amparos en la Justicia de Salta, Viedma, Córdoba, Rosario y la capital de Santa Fe. Algunos fueron aceptados y otros están en etapa de apelación.