César Luis Menotti es un nombre propio que excede cualquier otro asociativo que enmarque su función temporal o atemporal dentro del mundo del fútbol, y cuando se refiere al seleccionado nacional su palabra es de máxima autoridad.
En esa línea, si Menotti considera que «la Selección argentina sufrió mucho cuando el presidente de la AFA creía que era el goleador del equipo», debe entenderse más como un elogio a quien hoy detenta ese cargo, Claudio Tapia, que una crítica al antecesor, Julio Grondona.
«El seleccionado argentino sufrió mucho cuando el anterior presidente de AFA pensó que era el goleador del equipo», evocó quien hoy es el Director General de Selecciones Nacionales, en una entrevista exclusiva con Télam a 10 días del comienzo del Mundial de Qatar.
«Por eso es tan importante que en este tiempo el director técnico, Lionel Scaloni, haya podido desarrollar una idea en libertad, aún con los obstáculos que suponen los calendarios de competencias tan apretados que existen en todo el mundo», destacó.
El «Flaco» Menotti acaba de cumplir 84 años el sábado 5 de noviembre, según reza su documento de identidad, pero él sostiene que en realidad su verdadero cumpleaños es el 22 de octubre. «Cuando nací, en 1938, en Rosario te anotaban unas semanas después, y en mi caso lo hicieron 14 días más tarde», asegura.
Y este nuevo aniversario de su nacimiento lo encuentra otra vez activo «luego de algunos días de tener una enfermedad algo parecida a la hepatitis, aunque no es exactamente ese el diagnóstico. Pero ya estoy bien, porque me cuido mucho, ya que andan muchos virus dando vueltas por ahí», comentó.
«De todas maneras no voy a estar en Qatar para la fase de grupos del Mundial por eso, pero en las siguientes rondas espero poder ir», anunció.
Y este anticipo lo mete de lleno en la gestión que lleva adelante desde enero de 2019, cuando justamente fue nombrado por «Chiqui» Tapia para el puesto con el que ahora afrontará su primer campeonato del mundo, luego de haber ganado el título como entrenador en Argentina 1978, e intentado repetir sin el mismo éxito en España 1982.
«Estoy satisfecho por lo hecho en todo este tiempo, ya que el proyecto que encaramos tenía un objetivo y éste se cumplió con creces a partir del grupo que armó Scaloni en la Selección. Después, en el Mundial, se podrá ganar o perder, porque en ese tipo de campeonatos la suerte también influye mucho, y un tiro en el palo te lleva al éxito si es en tu arco o al fracaso si es en el del rival», sentenció.
Y el «Flaco» del barrio Fisherton de Rosario puede dar fe de ello cuando recuerda el remate del delantero Robert Resenbrink, que rebotó en el palo derecho del arco defendido por Ubaldo Fillol a un minuto del final de los 90 minutos regulares del partido decisivo de Argentina 1978 frente a Holanda, cuando el marcador estaba igualado 1-1. Después, Argentina se quedó con todo al imponerse 3-1 en el alargue de 30 minutos.
«Pero este equipo argentino va a competir, de eso estoy convencido, porque se preparó para eso, y fundamentalmente, no me caben dudas, va a dejar bien arriba la dignidad del fútbol argentino en Qatar», remarcó.
«Es que la Argentina va a llegar al Mundial sosteniendo la bandera de la historia de nuestro fútbol, porque este equipo está preparado para eso, y yo puedo dar fe de ello», insistió.
Y los méritos para tales afirmaciones los volcó Menotti en quien exactamente 40 años después será su sucesor como entrenador del seleccionado argentino en una Copa del Mundo, su comprovinciano santafesino Lionel Scaloni.
Pero no solamente del oriundo de Pujato tiene un concepto elevado este Menotti que marcó un antes y un después en la historia de las selecciones nacionales a partir del segundo semestre de 1974.
Allí plantó bandera Menotti con una impronta de proyectos con cuatro años de mínima, de la que después se beneficiaron todos los que vinieron detrás suyo porque el sendero por el que había que transitar al ejercer esa tarea ya había sido desmalezado.
«A Scaloni se le cuestionó que no tenía ninguna experiencia cuando quedó al frente del seleccionado, pero yo sostengo que ese no es un impedimento, porque cuando a mi me tocó hacerlo tenía apenas 35 años, y aunque venía de ser campeón con Huracán el año anterior, en 1973, no era lo mismo», apreció.
«Es que dirigir durante 10 años a un equipo de club, aún con buen suceso, no significa que sirva para después hacerse cargo de la selección, porque es algo totalmente distinto. Por eso hay que decir que los que llegan a ese cargo no tienen una experiencia específica en el cómo para ejercerlo. Solamente la poseen aquellos que asumen un segundo período», argumentó, refiriendo algunos antecedentes de renovaciones como los casos de Alfio Basile, Marcelo Bielsa o él mismo.
La defensa «a capa y espada» que hace de Scaloni y sus colaboradores tiene una justificación por la que Menotti bregó desde el primer momento en que Tapia le ofreció tomar esta responsabilidad, que previamente había tenido Carlos Bilardo cuando Alejandro Sabella era el técnico del seleccionado. Y anteriormente José Pekerman cuando el que lo dirigía era Bielsa.
«Cuando acepté el ofrecimiento de Tapia, Scaloni tenía contrato hasta diciembre, y entonces hablé con el presidente de AFA y le dije que no podía ser así, que tenia que firmar hasta las eliminatorias y, si clasificaba, extenderlo hasta el Mundial. Y así fue», reveló.
«Cuando llegué, del cuerpo técnico de Scaloni solamente tenía relación con Pablo Aimar, porque a él no lo conocía. Y un poco había tratado a Roberto Ayala también, pero con Walter Samuel tampoco había tenido contacto anteriormente», describió.
Y entonces, a esa altura de la extensa charla con Télam, fue que el «Flaco» terminó por desmitificar todos los prejuicios mencionados previamente respecto del hoy líder de la «Scaloneta», que en su momento era un «inexperto sin ningún currículum» como para dirigir nada menos que al prestigioso seleccionado argentino.
«Los cuatro están perfectamente capacitados para ser los integrantes del cuerpo técnico de la selección, porque tienen algo en común que muy pocos poseen: todos ellos vistieron durante muchos años la camiseta argentina, todos jugaron mundiales y todos tienen una amplia experiencia internacional porque jugaron muchos años en el exterior y en clubes importantes», puntualizó.
«Y esto último es tan importante como todo lo anterior, ya que en esta selección casi la totalidad de sus integrantes juegan en Europa como ellos lo hicieron. Entonces, hablan el mismo idioma en cuanto a entrenamientos, atributos de juego y preparación, Y eso es clave para armar y conducir a un grupo como el que ellos armaron», afirmó.
Menotti parece haber construido con Tapia y Scaloni, o viceversa, una trilogía conductiva que llevó al equipo capitaneado por Lionel Messi a ganar la Copa América del año pasado en Brasil y, a partir de allí, a soñar en grande para el Mundial de Qatar.
Y por eso el «Flaco», quien también vivió su momento de gloria como entrenador con la consagración como campeón del mundo del Sub-20 argentino en Japón 1979, cerró la nota con una elipsis que tuvo gusto a otra rúbrica, a esas que caracterizaron sus convicciones de toda la vida: «Esta Selección tuvo su espacio porque se lo dio la AFA, esa que antes solamente manejaba sus propios negocios».