El presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbatella, afirmó que el proyecto de exteriorización de capitales en dólares no declarados que el Gobierno envió al Parlamento «no perdona delitos que no sean de evasión», y se mostró optimista porque esta iniciativa reciba el visto bueno del Grupo de Acción Financiera Internacional (Gafi).
«Los principales requisitos para que nos acepte el Gafi son que no se atenúe el proceso de revisión de la debida diligencia, y que no se perdone ni se le dé impunidad al dinero blanqueado de otros delitos», precisó Sbatella.
En diálogo con los matutinos porteños Ámbito Financiero y Página/12, el funcionario explicó que «esta idea responde a una situación que deriva de la estructura económica argentina, en la que hay entre 40.000 y 50.000 millones de dólares stockeados desde la convertibilidad».
Precisó que «el número se conoce a partir de que el Tesoro de Estados Unidos decide modificar en 1995 la figura de Washington del billete y cambia en el país 50.000 millones de dólares en efectivo, lo que puso a la Argentina en el primer puesto de dólares per cápita».
Puntualizó que «ese es el stock que tiene internamente la Argentina y que, desde las adecuaciones de la UIF a las recomendaciones del GAFI, se encuentra sin posibilidades de ingresar a la economía formal».
Afirmó que «ese dinero juega como un factor de inversión en negro y genera continuamente actividades ilegales para facilitar la evasión impositiva», y subrayó que «esa es la filosofía que está detrás del blanqueo».
«Esa es la mayor desestabilización que tenemos del sistema en la Argentina. Entonces, el riesgo argentino es el riesgo del stock de dólares sin explicitar, producto de la historia argentina. Entonces: ¿cómo hacemos para poder lograr que ingrese de nuevo al sistema?», sostuvo Sbatella.
Destacó que en el GAFI «a esto ellos lo llaman proceso de ‘voluntary tax compliance’ (explicitación voluntaria de impuestos)».
«Tenemos que tener la ley aprobada. Presumimos que sí, teniendo en cuenta la experiencia de blanqueo anterior, que fue exitosa en el proceso de aceptación internacional, y esta iniciativa, que mantiene los mismos principios y que no perdona los otros delitos», destacó el titular de la UIF.
Remarcó que quienes adhieren a la propuesta del Gobierno «blanquean», pero puso de relieve que «no se les perdonan los delitos».
Recordó que «en el blanqueo anterior se presentaron 35.000 personas», y precisó que se hicieron «600 reportes de operaciones sospechosas».
Subrayó que «los más trascendentes fueron los de Adolfo Ale, denunciado por trata de personas y lavado de activos, y de (Ignacio) Álvarez Meyendorf, acusado de narcotráfico, los cuales se presentaron al blanqueo en 2009 y hoy tienen sus fondos, uentas y tarjetas congelados».
Así concluyó que «el blanqueo no perdona los delitos que no sean de evasión tributaria».
