La semana, si bien fue corta, se fue entre palabras y justificaciones. Rolando Schiavi, quien avalado en su carrera elige momento y razón para que la prensa le preste atención, arremetió con una improvisada (para los periodistas, no para él) conferencia de prensa en la que dio a conocer, de manera poco clara, desprolijidades sufridas en la pretemporada. En esta columna no se pretende profundizar sobre «esas» causas, tampoco en la correcta respuesta del vicepresidente Claudio Martínez, quien se mostró «extrañado por los dichos del jugador».
Instalando la situación en una mesa café la pregunta que se impone es: ¿Si Newell’s hubiera sumado nueve puntos en el torneo (cifra arbitraria que sirve como ejemplo), su conferencia de prensa tenía sentido?. No, de ninguna manera . Entonces, es admisible suponer que Schiavi eligió éste momento para ventilar cosas que nadie sabía – «la prensa no las contó», indicó el Flaco- porque Newell’s no está bien en el torneo, y él es llamativamente uno de los puntos más flojos del equipo junto a Fabricio Fuentes.
En el terreno de las miserias humanas tan terrenales, Schiavi les contó a sus hinchas (sigue siendo un ídolo) que Newell’s tiene un plantel que está «lejísimo de otros del fútbol argentino». Y que tuvieron una pretemporada complicada. De paso comprenderán por qué Newell’s perdió con Estudiantes y Tigre, le ganó a Lanús, y solo empató con el pobre Huracán. Mientras él transita el peor momento desde que llegó al Parque. Algo que por su espíritu de lucha es posible que puede revertir.