Un sigiloso delegado papal y un economista clásico que escoltó a Roberto Lavagna. Ese dueto eligió Daniel Scioli para la escala de su eterna gira presidencial en Córdoba, que tocó, pendular, dos extremos: abrazó al anti-K José Manuel de la Sota y sonrió en un show con Eduardo Accastello, el peronista cordobés con más peso territorial que reporta a la Casa Rosada.
El paso, a lo Scioli, del gobernador-candidato presidencial por Córdoba aportó dos debuts: la presencia, por primera vez visible, del economista Guillermo Nielsen en una gira política de campaña del bonaerense, y el acompañamiento de Aldo Carreras, el amigo del papa Francisco que oficia como “los ojos” del Vaticano en el pago criollo del Sumo Pontífice.
Nielsen integra el staf de la Fundación Desarrollo Argentino, grupo que preside José “Pepe” Scioli, el hermano inmediatamente menor del gobernador, al que luego de su aventura denarvaísta cobijó y envió a juntar voluntades en el interior del país.
Carreras es asesor de Roberto Cuartango, el ministro de Trabajo bonaerense, con quien compartieron militancia en los años 70.
Carreras integró Guardia de Hierro, el grupo político con el que tuvo relación Jorge Bergoglio. Cuartango viene del sector sindical, donde fue por 20 años abogado de Smata. Otros sciolistas, como el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, tienen relación más reciente a través de la Usal (Universidad del Salvador). Carreras es el nexo operativo entre Scioli y el Vaticano: fue quien viajó con el gobernador a la audiencia con el Papa y ayer, por primera vez, lo subió a una gira interna que tuvo, como todo, un enlace con la Santa Sede.
Scioli recaló en Córdoba con cuatro actividades. Un saludo con De la Sota, con quien mantiene una buena relación personal, aunque en el sciolismo admiten que la posibilidad de un acuerdo político ahora es prácticamente inviable. “A De la Sota le sirve y le gusta estar parado enfrente del gobierno”, dicen los sciolistas.
Expediente Nalbandian
La segunda escala fue ante 500 empresarios reunidos por la Fundación Mediterránea, que preside Martín Amengual y tiene entre sus vices a Sergio Roggio y Fulvio Pagani. Santiago Montoya, que jugó de local, recordó en la mesa principal que las exposiciones de Mauricio Macri y Sergio Massa atrajeron menos asistentes porque ninguno de los dos superó los 250 empresarios presentes.
Scioli seleccionó el show de la Mediterránea para mostrar, por primera vez en público, a Nielsen como colaborador. “No es asesor del gobernador, es asesor del futuro presidente”, alardean, hiperoptimistas, los sciolistas.
Montoya preside el grupo Banco Provincia y comparte con “Pepe” Scioli el armado de las giras por el interior. Es, de hecho, quien junto a Gustavo Marangoni, que está al frente del Banco Provincia, monta el esquema “institucional” para justificar las apariciones del gobernador en las distintas provincias.
El cordobés, que comandó Arba (ente recaudador bonaerense), fue quien sugirió sentar en la mesa principal, junto a los Scioli en el Holliday Inn, a David Nalbandian. El ex tenista desliza, en esa categoría de un futuro impreciso, que le gustaría ser gobernador de Córdoba. Tres veces, durante su discurso, Scioli lo elogió y le agradeció la presencia, lo que fue entendido casi como una bendición del bonaerense al tenista retirado.
Gesto al kirchnerismo
El resto de la agenda fue en Villa María, territorio gobernado por Accastello. El intendente, que el viernes último fue designado secretario de Interior del Consejo Nacional del PJ, es un declarado kirchnerista –aunque su experiencia electoral con ese sello no fue auspiciosa– que termina enlazado con Scioli por una mediación, a la distancia, de Francisco.
Francisco presente
En Villa María tiene su sede la fundación Vínculos en Red, que coordina Alicia Peresutti, vinculada al Papa por su trabajo contra la trata de personas. En Córdoba se cuenta que Peresutti fue quien intermedió para que Francisco le conceda una audiencia a Accastello en el Vaticano. Allí, el Papa le sugirió al intendente de Villa María que muestre a Scioli la obra de Peresutti. Eso explica, o sobreexplica, la presencia de Carreras en la comitiva que el gobernador llevó a Córdoba.
Fuera de ese formalismo, Accastello también aprovechó la visita para una charla política y juntó 25 alcaldes en su intendencia para un mano a mano con Scioli y su equipo.
Pronto, en Santa Fe
En unas semanas, seguramente antes de que empiece a rodar la pelota en el Mundial de Brasil, Scioli podría hacer un raid similar al de Córdoba por la provincia de Santa Fe.