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Se acerca el tercer balotaje presidencial, ¿cuáles fueron los anteriores y cómo resultaron?

Desde el retorno de la democracia hubo dos ocasiones que habilitaron el mecanismo: 2003 y 2015, pero en la primera no se efectivizó por renuncia de uno de los contendientes. Otro antecedente, que tampoco de plasmó, y con otros pisos porcentuales, fue en 1973. ¿Qué pasará con el feriado del 20?

Las elecciones generales 2023 irán a balotaje en noviembre, un mecanismo democrático que permite a los ciudadanos decidir entre los dos candidatos más votados en una primera instancia, diseñado, según sus impulsores, para dar más gobernabilidad al ganador dado que al ser una puja entre dos obliga a tejer nuevas alianzas y garantiza un piso de adhesiones superior en las urnas.

Este sistema, también conocido en segunda vuelta, se implementó tal como está vigente en 1995 tras la reforma constitucional del año anterior (artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional), y especifica que si la fórmula más votada obtiene más del 45% de los sufragios sus integrantes serán proclamados presidente y vice automáticamente, pero si el porcentaje obtenido es menor, no cumple con alcanzar el 40% con 10 puntos de diferencia con el segundo, se deberá decidir en segunda vuelta.

No obstante, hay un paso más: una vez termine el conteo definitivo y se confirme la segunda vuelta con sus protagonistas, los mismos deben «ratificar por escrito» ante a Junta Electoral Nacional su decisión de participar en esa instancia. «Si una de ellos no lo hiciera, será proclamado electo el otro», señala el Código Electoral.

 

Dos que fueron una

Desde el retorno de la democracia en 1983, hubo dos ocasiones en las que dos candidatos se tenían que enfrentar, según el mecanismo, mano a mano por la presidencia: 2003 y 2015. En ambas, bajo distintas circunstancias, resultó finalmente electo el postulante menos votado en las generales.

En las elecciones presidenciales del domingo 27 de abril de 2003 entre los candidatos Carlos Menem (Frente por la Lealtad/UCeDé) y Néstor Kirchner (Frente para la Victoria), el postulante a la reelección sumó el 24,45% de los sufragios, mientras que el en ese momento gobernador de Santa Cruz, el 22,25%. Pero vistos los acuerdos en danza, el riojano se bajó del balotaje ya que, argumentó, «no reunía las condiciones» para garantizar una «transparente legitimidad democrática». Y asumió como presidente Néstor Kirchner.

En las elecciones presidenciales del 2015, se registró el segundo balotaje en Argentina entre los candidatos Mauricio Macri (Cambiemos) y Daniel Scioli (Frente para la Victoria). El candidato oficialista había logrado imponerse en primera vuelta con el 37,08% frente al 34,15% que recolectó el exjefe de Gobierno porteño. Y con una diferencia de poco menos de 3 puntos (unos 700 mil votos), el 22 de noviembre el líder de Cambiemos se consagró como jefe del Estado con el 51,4%.

 

Antes del terrorismo de Estado

En 1973, en la elección entre Héctor Cámpora (Partido Justicialista) y Ricardo Balbín (Unión Cívica Radical), debería haberse producido una segunda vuelta ya que, según la ley de la época, si ninguno obtenía más del 50% debía haber una segunda vuelta. Pero Balbín renunció al balotaje luego de que Cámpora obtuviese el 46,5%.

 

¿Qué pasará con el fin de semana largo?

El balotaje está previsto para el dopmingo 19 de noviembre. Según el calendario que publica el Ministerio del Interior, es dentro de un fin de semana largo, porque el lunes 20 se conmemora el Día de la Soberanía Nacional en recuerdo de la Batalla de la Vuelta de Obligado.

En 2015 se dio la misma situación y el feriado se pasó al fin de semana siguiente para que promover la asistencia de los ciudadanos a la obligación del voto que puede verse disminuída ante la posibilidad de unas minivacaciones. Ahora, depende de lo que decida el Poder Ejecutivo.

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