Un joven de 20 años fue baleado cerca de la medianoche de este jueves por parte de los ocupantes de un auto en inmediaciones de bulevar Wilde y la colectora de la autopista Rosario-Córdoba al 8200 (ex Pellegrini), en barrio Tango. Antes de huir, los tiradores dejaron un cartel con la repetida frase: «Con la mafia no se jode». La víctima alcanzó a decir que la habían secuestrado y quedó internada en grave estado en el Hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria.
De acuerdo con fuentes policiales, este jueves pasadas las 23 el personal de Comando Radioeléctrico patrullaba la zona noroeste cercana al puente de Wilde cuando vecinos se acercaron y denunciaron que un grupo de personas armadas intentaba irrumpir en una casa de campo. También les dijeron que habían escuchado detonaciones y los uniformados dieron el alerta al 911.
Al recorrer el lugar, los policías sintieron disparos sobre el puente de Wilde, pero antes de llegar a ese punto, a unos 500 metros, vieron que había un joven que caminaba en su dirección ensangrentado.
Al acercarse determinaron que tenía heridas de arma de fuego y la víctima les contó que lo habían secuestrado. Solicitaron la asistencia de los paramédicos del Sies, quienes trasladaron a la víctima hasta el Hospital Eva Perón.
En la guardia, los médicos diagnosticaron que el joven, identificado como Yair Nahuel A., de 20 años, contaba con múltiples heridas de arma de fuego en abdomen y brazo izquierdo y quedó internado en estado reservado. La víctima tiene domicilio en la zona oeste, lejos de donde fue atacado.
En tanto, los policías resguardaron la escena donde hallaron una zapatilla ensangrentada y recolectaron ocho vainas servidas calibre 9 milímetros, que dieron cuenta del feroz ataque. Además, hallaron un cartón con un mensaje que se repite cada tanto en los ataques armados: «Con la mafia no se jode».
Tras las primeras medidas y lo poco que pudo aportar el chico herido, los pesquisas pudieron reconstruir, más allá del secuestro, que los ocupantes de un auto color oscuro fueron quienes le dispararon.
Una vez que los tiradores huyeron, el joven corrió herido hacia una vivienda cercana, donde solicitó ayuda, aunque sus moradores se negaron a asistirlo. Continuó a pie hasta dar con el patrullero donde los agentes lo asistieron.
Las primeras tareas investigativas quedaron a cargo del fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno.