La batalla contra la pandemia en Bolivia se siguió complicando en las últimas horas. Varios centros de salud cerraron parcialmente por contagios masivos del personal sanitario, en La Paz y Cochabamba. Entre los insumos médicos que escasean, también están los necesarios para hacer los diagnósticos de coronavirus. Oficialmente, se reportaron 26.389 contagios y 846 fallecimientos, 26 de ellos informados este martes. El país tiene 11 millones de habitantes, la cuarta parte de los que viven en Argentina.
En la zona superpoblada de El Alto, se dispuso el cierre parcial del Hospital Holandés después de confirmarse 40 casos positivos entre médicos y enfermeros. Se sumó, también en la capital boliviana, a los hospitales de Clínicas y del Niño, que ya habían suspendido consultas externas.
La periodista boliviana Tania Frank, señaló a El Ciudadano: “El panorama es complicado en casi todas las ciudades. Pacientes con otras dolencias no pueden recibir atención. Justo ayer los enfermos de diálisis se quedaron sin tratamientos y los están derivando a otros centros de salud, pero el riesgo es mucho”.
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El dirigente Felipe Quispe, aliado de Evo Morales en sus primeros años de gobierno, subió el domingo un video a Facebook advirtiendo desde la puerta del Hospital de Caja Petrolera en La Paz, que no lo querían recibir en ningún centro de salud, a pesar de tener síntomas. Finalmente, el lunes fue internado, con COVID positivo. “Es una realidad, existen personas que no reciben atención porque los hospitales están saturados como lo vienen denunciando los médicos. Las autoridades están entregando equipos e ítems de salud, pero los galenos sostiene que no son suficientes”, indicó Frank.
Entre tanto, el Centro Nacional de Enfermedades Tropicales, que realiza los test de detección desde Santa Cruz de la Sierra para varias regiones, se declaró en emergencia, desbordado por la cantidad de pedidos y la falta de termocicladores.