Luego de una noche amotinados, un grupo de presos de la comisaría 1ª fueron trasladados durante la mañana de ayer. De acuerdo con fuentes oficiales, los reclusos trabaron la puerta del pabellón para exigir continuar el cumplimiento de sus penas en otros centros de detención. Tras pasar la noche en vela acompañados por sus familiares, los detenidos lograron su cometido.
Según voceros del hecho, todo comenzó pasadas las 20 del martes, luego de que terminara el horario de visita de los presos que cumplen condena en la comisaría de Juan Manuel de Rosas al 1300. Los internos, tras otorgarle un petitorio a sus familiares, trabaron con sogas elaboradas con retazos de sábanas la puerta del pabellón y se amotinaron para reforzar su pedido de ser reubicados.
Ante esto, intervino personal de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia que negoció las condiciones y el momento de los traslados. “No se vivieron momentos violentos. No hubo quema de colchones ni heridos. Abrieron la puerta una vez que se solucionó a su reclamo”, explicó a El Ciudadano una fuente oficial. Así, ayer al mediodía siete detenidos fueron reubicados con la promesa de no sufrir castigos. “Estas cosas pasan con frecuencia en las comisarías de la ciudad. Por suerte no tuvimos que lamentar hechos violentos”, señaló otro vocero del caso.