Según informes periodísticos, se confirman las sospechas de miles de internautas sobre el supercontrol y la vigilancia secreta sobre la red de redes. La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y el FBI han tenido acceso directo y de manera secreta a los servidores de gigantes tecnológicos como Microsoft, Google, Apple o Facebook. Así obtuvieron datos de sus usuarios que les permiten analizar y controlar sus movimientos y contactos, de acuerdo con un documento al que tuvieron acceso los diarios The Washington Post de Estados Unidos y The Guardian de Gran Bretaña. La noticia se dio a conocer un día después de que The Guardian publicara un informe en el que revelaba la infiltración de los servicios de inteligencia estadounidenses en una de las mayores operadoras telefónicas para espiar a millones de usuarios de celulares.
Ambos diarios coincidieron en que todas las compañías de internet cooperaron de manera consciente con esta iniciativa que se lleva desarrollando desde 2007, aunque las empresas citadas negaron tener conocimiento de la misma.
Los informes periodísticos sostienen que, entre 2007 y 2011, los servidores de Microsoft, Google, Yahoo!, Facebook, YouTube, Skype, AOL y Apple comenzaron a integrarse en un programa secreto de la NSA para que sus analistas pudieran consultar directamente y en tiempo real los emails enviados a través de Hotmail o Gmail, así como todas las conversaciones, fotografías, vídeos y chats de internet en estas páginas web.
Así quedó expuesta una nueva extensión de prácticas de vigilancia secreta del gobierno, que se sumó a la revelación del control de los registros de miles de llamadas telefónicas ordenadas por la administración Obama a la compañía telefónica Verizon.
El programa secreto en el que supuestamente participaban las agencias de inteligencia y las compañías fue bautizado como Prism, de acuerdo con la información de ambos periódicos y jamás se había hecho público antes.
“Los miembros del Congreso que conocían del programa estaban obligados por juramento a no revelar nada sobre su existencia”, publicó The Washington Post.
“Prism permite a la NSA recopilar el contenido de los correos electrónicos, de los archivos enviados o de las conversaciones de chat”, señaló The Guardian.
The Washington Post incluye también “audios, vídeos y fotografías”, dentro del paquete de elementos susceptibles de ser investigados.
¿Esto no es el “Gran Hermano”?
“En términos abstractos, la gente puede quejarse de que esto es el Gran Hermano y de que este es un programa que se nos ha ido de las manos. Pero cuando miras de verdad los detalles, creo que hemos alcanzado el equilibrio correcto”, aseguró el presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, quien defendió que el equilibrio entre privacidad y seguridad en su país es el “correcto”.
Obama se pronunció por primera vez sobre las prácticas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) al tiempo que aumentaban los detalles sobre los registros de inteligencia, que según diversos medios afectan a las tres mayores compañías telefónicas del país, a nueve proveedores de internet y a varias empresas de tarjetas de crédito.
Y para el presidente no se trata del “Gran Hermano” (por la novela de George Orwell, cuyo personaje se hizo masivo a través de los realities de televisión). “No se puede tener un 100 por ciento de seguridad y tener también un 100 por ciento de privacidad, y cero inconvenientes. Vamos a tener que tomar decisiones como sociedad”, dijo Obama en una conferencia de prensa en San José.
El mandatario subrayó que “nadie está escuchando el contenido de las llamadas de la gente” ni “leyendo sus correos electrónicos”, y aseguró que las actividades de la NSA cuentan con un “amplio apoyo bipartidista” en el Congreso y son continuamente supervisados.
Las prácticas comenzaron bajo el gobierno de George W. Bush a raíz de los atentados del 11-S, y encontraron apoyo legal en una provisión de la ley antiterrorista de 2001 y otras legislaciones de 2007 y 2008, por las que el Congreso amplió los poderes del Ejecutivo bajo la ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (Fisa) de 1978.
“Cuando llegué al poder, tenía un escepticismo sano acerca de estos programas”, confesó Obama. “Los revisamos por completo y aumentamos la supervisión y los controles. Pero mi evaluación y la de mi equipo es que nos ayudan a prevenir ataques terroristas”, añadió. El mandatario recordó, no obstante, que en su discurso de finales de mayo en la Universidad Nacional de Defensa abogó por “salir de este estado mental de guerra perpetua” al terrorismo.
“Una de las cosas que tenemos que debatir es cómo estamos llegando a este equilibrio entre la necesidad de mantener seguros a los estadounidenses y nuestras preocupaciones sobre la privacidad. Y doy la bienvenida al debate”, aseveró el mandatario.
La revelación de las tácticas ha supuesto una oleada de críticas de grupos de libertades civiles y de algunos congresistas que creen que el país “necesita protección contra intrusiones del gobierno que van demasiado lejos”, como dijo el demócrata Henry Waxman.
Consciente de ello, el gobierno de Obama, que tiene dos casos relacionados con la privacidad abiertos en un tribunal federal de California, ha invocado en ambas instancias un privilegio legal para protegerse, según informó The Guardian.
La disposición, aprobada por Obama y emitida por el Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, permite a la administración demócrata negarse a que sus acciones y la información de la que dispone sea sometida a supervisión judicial, con el argumento de que hacerlo comprometería la seguridad nacional, de acuerdo con el diario.
“No habíamos oído de un programa llamado Prism hasta ayer”, escribió el cofundador de Google, Larry Page, en el blog oficial del gigante de internet. “Los informes que sugieren que Google está dando acceso sin límites a datos de nuestros usuarios son falsos”, agregó.
Apple se pronunció en términos similares, mientras que Facebook aseguró que aporta información al gobierno “sólo en la medida que la ley nos lo exija”.
Obama, por su parte, precisó que el programa Prism no afecta “a nadie que resida en Estados Unidos”, sino que se aplica sólo a comunicaciones en el extranjero.
Además, el The Wall Street Journal informó de que la NSA no sólo tiene acceso a los registros de llamadas de Verizon, como informó inicialmente The Guardian, sino también a los de las otras dos mayores compañías telefónicas del país, AT&T y Sprint.
El diario neoyorquino aseguró también que la inteligencia estadounidense ha establecido “relaciones similares” con compañías de tarjetas de crédito, aunque no las identificó.