Siete personas entre ellas Ariel Máximo “Guille” Cantero, su pareja Vanesa Barrios y la ya famosa informante Mariana Ortigala fueron imputados por una extorsión que sufrió un hombre que hizo de intermediario y le presentó a Barrios un abogado oriundo de Buenos Aires y un supuesto influencer de los «servicios de inteligencia», quienes prometieron beneficios en su detención a cambio de 160 mil dólares, puntualmente el retiro de la tobillera de control.
Como estas personas no cumplieron, según dice la acusación, Los Monos apretaron a este hombre que debió entregar su casa, lotes y una camioneta. En medio de la audiencia, el fiscal Franco Carbone pidió el secuestro de un cuaderno que tenía Cantero, quien estaba vía online desde la cárcel de Marcos Paz, donde había inscripciones que se presume fueron amenazas contra una mujer muy allegada, la también imputada Mariana Ortigala, y pidió la investigación del episodio.
En la imputación además de la pareja Cantero–Barrios, la Fiscalía sindicó a la mencionada Mariana Ortigala, su pareja Sebastián Felipe, Ricardo Dantur y una mujer que se encuentra prófuga por la maniobra extorsiva. Le dijeron a Barrios que podían obtener por parte de terceros beneficios judiciales en relación con la detención domiciliaria que cumplía en una casa en Funes, propiedad en los papeles a nombre de Mariana Ortigala, por una condena a 12 años de cárcel dictada por la Justicia federal, se relató en la imputación.
Según la imputación, quienes prometieron el beneficio cobraron 160 mil dólares con el fin de repartir entre distintas personas, algunas funcionarios del poder ejecutivo y legislativo nacional, pero no se efectivizó lo prometido, lo que le valió a este hombre, un convicto por narcotráfico que hizo de intermediario, una serie de aprietes que terminaron con la entrega de propiedades y un camioneta.
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Esta persona recibió amenazas a su persona y a su grupo familiar, lo que se tradujo en la suscripción de distintos documentos los que, según la imputación, ocurrieron con colaboración de Ortigala. Para la Fiscalía, esta mujer emitió una serie de amenazas a través de mensajes y participó en trámites de transferencia de bienes, entre ellos dos lotes situados en Funes, un inmueble de zona de Matienzo y Mendoza que tenía un usufructo a nombre de la madre del amenazado -a la que obligaron a firmar para levantarlo- y una Ford Ranger nueva, refirió la fiscalía.
Las amenazas
Entre algunas de los amedrentamientos que sufrió la víctima se encuentra una balacera en julio del 2021 a un local en Mendoza y Matienzo donde dejaron una nota: “Mónica decile a Matías que pague por esto hereditario”; otra balacera que ocurrió tres días después al club social y deportivo Unión Americana, donde dejaron otra nota que nombraba a la víctima con nombre y apellido y decía “pagá”, y una más en una empresa propiedad del cuñado de la víctima que decía: “Matías pagá la deuda o te zarpamos re mal a tu familia, comunícate…”, contaron en audiencia.
La Fiscalía armó el mapa de los involucrados en esta organización: dijo que Vanesa Barrios es pareja de Guille Cantero, líder de Los Monos. A su vez Barrios es madre de Paula Bay y media hermana de Julieta Mártir. A las dos últimas le achacaron ayudar el producto de la extorsión, ya que ambas explotan en la propiedad de zona oeste usurpada un minimarket y una carnicería.
El fiscal contó que Ortigala se presenta como amiga de Barrios y junto a su pareja visitan a Guille Cantero en la cárcel, una afirmación que sobrevuela otras causas donde esta mujer está imputada y que derivaron en una denuncia penal contra el fiscal Matías Edery por parte de sus pares Pablo Socca y Miguel Moreno. A Ortigala, cuyo testimonio fue clave para condenar a perpetua al narco Esteban Alvarado, le adjudican un rol central en la organización, ya que tiene un estrecho contacto con el cabecilla del grupo y una pieza clave en la extorsión.
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En este caso la fiscalía imputó a Cantero, Barrios, Ortigala, Felipe, Dantur y la prófuga Sandra C. por el delito de extorsión y extorsión de documentos agravadas por el uso de arma de fuego. Mientras que para Bay y Mártir, encubrimiento doblemente agravado por tratarse de un hecho precedente especialmente grave y por haber sido cometido con ánimo de lucro.
Guille Cantero
Durante la audiencia y a raíz de una orden de detención e incomunicación de Cantero pedida por la Fiscalía, el mandamás de Los Monos inició una huelga de hambre que mantiene y se presentó un habeas corpus que no tuvo tratamiento, dijo la defensa en la audiencia.
A ello se sumó un episodio que ocurrió en el desarrollo de la audiencia: el fiscal Franco Carbone contó tras un cuarto intermedio que en un momento Cantero, que estaba en una sala de la cárcel de Marcos Paz y participaba a través de Zoom, mostró un cuaderno que tenía anotaciones.
“Vimos que él mostró un cuaderno donde presuntamente podía haber una amenaza a Ortigala. Pedimos que se haga una requisa y había una inscripciones en un cuaderno”, aseguró. Dijo que eventualmente se tendrá que investigar y que en principio «podía llegar a ser una amenaza”.
Terminada la audiencia, el fiscal dijo que es novedoso este caso donde hay una venta de servicio de corrupción en Capital Federal. Expresa que consistía en supuestos vínculos con altas esferas del Poder Legislativo y Ejecutivo de Nación, además un abogado porteño, para que la beneficiaran con el retiro de la tobillera. Contó que hubo en el marco de este caso siete balaceras y nueve documentos que firmaron para el desapoderamiento de los bienes, en rigor una temeraria y jugosa estafa nada menos que contra el líder de Los Monos, símbolo del terror en Rosario.
Afirmó Carbone que están haciendo la denuncia formal por la maniobra de corrupción, que no les consta, aunque agregó que hay chats con distintos interlocutores que hacen referencia a lo que le estaban ofreciendo. Los mensajes exponen que se sigue trabajando desde la cárcel y una persona en prisión domiciliaria y una persona sigue extorsionando, y la principal ejecutora es Mariana Ortigala, refirió el acusador.
